El mercadillo sabatino, el Mercado de Abastos o los supermercados registraron uno de sus días de mayor afluencia de todo el año
Al igual que ocurrió el sábado anterior, así como el pasado lunes (que fue otra especie de ‘sábado’ al ser festivo al día siguiente), Ciudad Rodrigo registró otra ajetreada mañana sabatina, al estar estos días tanto por la ciudad como por la comarca miles de personas originarias de las mismas que en la actualidad residen en otros rincones, así como numerosos turistas.
De este modo, tuvieron una gran afluencia el mercadillo sabatino, el Mercado de Abastos o los supermercados mirobrigenses, y por supuesto todas las calles del centro histórico de Ciudad Rodrigo (especialmente inusual era el trasiego de peatones por la calle Madrid), con las terrazas registrando una alta ocupación pese a que el calor iba notablemente en aumento.
Junto al movimiento de peatones, estuvo el habitual de vehículos en una jornada como ésta, siendo complicado encontrar un espacio para aparcar, estando incluso muy concurridos los glacis de la Avenida de Sefarad y de la Rúa del Sol (obviamente no se pudo aparcar durante la mañana debido al mercadillo ni en el Registro ni en la Rúa del Sol). Precisamente, esta búsqueda ‘desesperada’ de un espacio para aparcar hizo que incluso algunos conductores acabasen multados en la mañana sabatina al 'despistarse'.
El caso es que el aparcamiento a las puertas del gimnasio del IES Tierra (que da a la Avenida de Béjar) estaba prohibido debido a las tareas de transformación del lugar como espacio escénico de la Feria de Teatro, pero unos cuantos conductores no se fijaron en las señales, y acabaron multados por la Policía. Lo más curioso es que con la ronda de multas ‘en marcha’, uno de los conductores mal aparcados se marchó, viendo el hueco libre enseguida otro conductor, que se fue a meter ‘en la boca del lobo’, pero ya le indicaron que no era posible aparcar allí. Con el avance de la mañana, se colocó una cinta para intentar remarcar esa prohibición.