Durante la jornada se pudo escuchar los testimonios de Ana y José Miguel, que han sido misioneros respectivamente en Bolivia y Cuba
Como es costumbre por estas fechas (salvo los años de la pandemia), las delegaciones de Misiones de las Diócesis de Ciudad Rodrigo y Salamanca se han unido este día de apertura del mes de julio en Miróbriga para celebrar el Día del Misionero Diocesano, que tiene como finalidad agradecer la labor que llevan a cabo los misioneros que tienen ambas Diócesis repartidos por todo el mundo (en el caso de la Civitatense, unos 40).
Este Día del Misionero 2023 arrancó en el Seminario Diocesano San Cayetano, donde tras tomar un café todos los asistentes, se pasó a la Capilla Mayor, para llevar a cabo una eucaristía, que fue presidida por el Vicario de Pastoral de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Antonio Risueño, ya que el Obispo de ambas Diócesis, José Luis Retana, se encuentra de peregrinación a Lourdes junto a un grupo (se puso en contacto en la mañana del sábado mientras se encontraba a la altura de Irún).
Finalizada la eucaristía, y tras una foto de familia en las escaleras del altar de la Capilla Mayor del Seminario, los participantes en la jornada se trasladaron al Palacio Episcopal, para escuchar en el Salón Obispo Mazarrasa los testimonios de dos misioneros, Ana y José Miguel, quiénes han estado como misioneros en Bolivia y Cuba, respectivamente. A la conclusión de ese acto, se regresó al Seminario Diocesano, para una comida de confraternización en sus dependencias.