Hubo menciones especiales para Rosana, profesora de Historia que deja el IES, y Marian Bravo, presidenta hasta ahora de la AMPA
Los alumnos de 2º de Bachillerato y del Ciclo Formativo de Grado Medio del IES Fray Diego Tadeo fueron los encargados en la mañana del sábado de abrir la ronda de graduaciones de fin de curso de las distintas enseñanzas y niveles educativos que se imparten en Ciudad Rodrigo. La graduación tuvo como escenario el Teatro Nuevo Fernando Arrabal, hasta donde se acercaron numerosos familiares y amigos de los graduados: 26 de Bachillerato (11 de Humanidades y Ciencias Sociales y 15 de Ciencias) y 10 del Ciclo Formativo de Sistemas Microinformáticos y Redes (uno de éstos últimos no pudo estar presente, ya que se encuentra haciendo las prácticas en Malta).
Tras la entrada por el pasillo del patio de butacas de todos los graduados, la ceremonia -presentada por dos alumnas de Bachillerato, Paloma Duque Martín e Iman Lmouddan- se abrió con la intervención de la directora del IES, Pepi Martín Choya, quién mencionó que “recordamos las caritas con las que llegastéis, la gran mayoría hace 6 años” y que “todos permaneceréis en nuestros corazones; cada uno ha dejado su impronta”.
Animándoles a que se sientan “orgullosos de lo alcanzado” y remarcando que tienen “un gran potencial”, les pidió que cerrasen los ojos e imaginasen sus deseos de futuro, subrayando que “tenéis en vuestras manos el poder de convertir los sueños en realidad”. Después de un reconocimiento a las familias y a la AMPA “por el trabajo que habéis hecho” con los chavales, Pepi Martín Choya apuntó unos cuantos nombres propios.
En concreto, mencionó a Marina Hernández Rubio e Iker Mateos Hernández por haber conseguido las Matrículas de Honor que ha concedido el IES (Pepi Martín Choya explicó que, por méritos, podían haber sido más); a las dos representantes de los alumnos en el Consejo Escolar, Aitana y Paloma; a una de las tutoras de Bachillerato, Rosana, “luchadora de todo tipo de derechos”, que tras una larga trayectoria en el IES se marcha a otro destino (le deseó “mucha suerte”); y a la que ha sido hasta ahora presidenta de la AMPA, Marian Bravo, quién deja el puesto al concluir su hija su etapa en el centro. La propia Marian Bravo subió posteriormente al escenario en representación de la AMPA, lanzando un claro mensaje a los graduados: “trabajad, sed constantes, mostrad entusiasmo e ilusión por la vida”.
En la ceremonia no faltaron los discursos de los alumnos, comenzando por Abel Pérez y Ruth Augusto en representación de los grupos de Bachillerato de Ciencias y de Humanidades y Ciencias Sociales, respectivamente. Estos alumnos hicieron al alimón un repaso profesor por profesor, que les sirvió para ir relatando momentos de su trayectoria, como por ejemplo los viajes realizados a París y Roma.
A continuación, en representación de los alumnos del Ciclo Formativo, fue turno para Álvaro Pérez, Pablo Báez y Daniel Caballero, quiénes también hicieron una mención individualizada de cada uno de sus profesores, además de recordar numerosos momentos divertidos y curiosos, como cuando vieron los partidos del Mundial de Fútbol en clase (incluso le dieron la enhorabuena a Messi por ganarlo), concluyendo con que, además de “convertirnos en solucionadores de problemas”, “menudos dos años nos hemos pasado”. De cara al futuro, Daniel Caballero pidió que “nunca nos falte la energía y el wifi”.
Como complemento, tomó la palabra otra alumna de Bachillerato, Diana Ramírez, que hizo un repaso de su trayectoria en el IES curso por curso, con especial hincapié en el de 2º de Bachillerato, recalcando que “nos vamos pero nuestra huella permanecerá”.
Los siguientes en acercarse al atril fueron los tutores de los tres grupos que se graduaban: Rosana recordó los 6 años que ha pasado con la mayoría de los graduados de Bachillerato (“estos 6 años son ya historia de vuestra vida”), pidiéndoles que hagan “lo que más os guste”; Charo les animó a “empezar una nueva etapa mirando hacia adelante pero sin olvidar el pasado”; mientras que Raúl les dio las gracias a sus alumnos por sus “buenos momentos”, reconociendo que “han sido buenos chicos, ha habido buen ambiente, ha sido entretenido”.
A continuación, llegó el esperado momento de la imposición de las bandas y la entrega de las orlas. Como ya es tradición en el IES, junto a la banda y la orla, a los alumnos se les entregaron las ‘Caricias para el Alma’ redactadas por los docentes, en las cuales se ensalzan sus virtudes, que fueron leídas al paso de cada uno por el escenario, en el que se fueron proyectando imágenes suyas del momento actual y del pasado.
Finalizado ese paso de todos los alumnos, llegó la hora de las fotos por grupos sobre el escenario, que dieron paso a otras de familias y amigos con los graduados en el hall o a las puertas del Teatro Nuevo. Tras ello, se fueron a comer todos juntos al Restaurante La Bodega, dando paso a una larga jornada, porque como recordó uno de los alumnos de Bachillerato en los discursos, “lo mejor de este curso va a ser el pedazo de fiestón que nos vamos a pegar en el O.C.”.