Durante la velada en la Plazuela de Herrasti, donde se montó una barra de bar, llegó a chispear
Aunque este domingo se podrán seguir consumiendo pinchos de farinato en los 42 establecimientos de hostelería de Ciudad Rodrigo que conforman la ‘Ruta Farinata’, en la noche del sábado se desarrolló la última actividad propiamente dicha de la II Feria del Farinato organizada por el Ayuntamiento mirobrigense, que como ya hemos comentado, ha absorbido la antigua Feria de Mayo.
Este ‘último plato’ de la Feria del Farinato 2023 fue una verbena a cargo de la Orquesta Kronos, que dentro de la distribución de actividades del evento por las plazas del centro histórico mirobrigense tuvo lugar en la Plazuela de Herrasti, que tomaba el relevo como sede de la verbena de la Plaza Mayor, donde se desarrolló el año pasado. Para crear más ambiente, se apagaron las luces de la Plazuela de Herrasti (las de la Catedral tampoco estaban encendidas) para que la atención se focalizase en la Orquesta, cuyo camión-escenario había sido aparcado a los pies de la Torre de las Campanas.
A diferencia del año pasado, cuando el calor marcó la verbena de esta Feria (el fin de semana, ya en junio, fue muy caluroso), en esta ocasión la velada estuvo bastante fresca, siendo obligatorias las prendas de abrigo por parte de los asistentes, que incluso se vieron sorprendidos por algunas gotas aisladas de lluvia (para este domingo se pronostica una jornada complicada en Ciudad Rodrigo en el apartado meteorológico).
La verbena arrancó a las 22.30 horas, sumándose poco a poco mirobrigenses, que tenían esta cita como única opción festiva del fin de semana en el conjunto de la comarca (no ha habido festividades en pueblos tras varios fines de semana con ellas). Esas personas que se acercaron tuvieron la opción de consumir en una barra de bar instalada en la Plazuela, que funcionó durante el tiempo que duró la verbena, que finalizó en torno a las 2 de la madrugada.