A la conclusión del trayecto, se sirvió un convite en el salón parroquial
Como marca la tradición, la Parroquia de San Cristóbal de Ciudad Rodrigo vivió en la mañana del primer domingo del mes de mayo uno de sus momentos culmen de cada año, con los actos principales de celebración de la festividad de Santa María en su advocación de la Virgen de los Remedios, a la que venían honrando desde el pasado sábado 29 de abril con la tradicional novena.
Precisamente, en la mañana dominical tuvo lugar la última sesión de esta novena, entre la misa dominical presidida por el párroco Rafael Caño (quién estuvo acompañado por Joaquín Galán y varios monaguillos) y la esperada procesión por las calles del barrio de la imagen de la Virgen de los Remedios, que había sido bajada en los días previos del flamante retablo del que forma parte desde el pasado mes de diciembre.
Esta procesión, escoltada por agentes de la Policía Local, transcurrió como es costumbre por las calles San Cristóbal, Lorenza Iglesias, Laguna, Avenida de Béjar, Cárcabas y de nuevo San Cristóbal, siendo observada con curiosidad por las personas que estaban sentadas en las terrazas de los bares de las calles por donde pasó la comitiva, en una mañana de sol radiante y gran temperatura.
Una vez de vuelta, se cantó la Salve a las puertas del templo antes de volver a ser introducida la imagen de la Virgen. A continuación, todos los presentes se dirigieron al salón parroquial para disfrutar de un convite en el que fueron protagonistas dulces elaborados por las Madres Carmelitas.