Como paso previo a ser ordenado dentro de unos meses en el Diaconado Permanente
El mirobrigense Daniel Mielgo Barreña fue instituido en la tarde del lunes como lector y acólito de la Iglesia Católica por el Obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, José Luis Retana, dentro de una celebración en la Iglesia de San Andrés a la que asistieron un notable número de sacerdotes diocesanos, numerosos familiares y amigos del protagonista, y otros cuantos fieles, que quisieron disfrutar de “un día muy bonito para la Parroquia”, según resaltó el párroco, Tomás Muñoz Porras.
En líneas generales, la recepción de Daniel Mielgo Barreña de los Ministerios del Lectorado y el Acolitado (“al servicio de la Diócesis”, como indicó al inicio su mujer, Teresa Anciones) supone que a partir de ahora podrá, por un lado, proclamar la Palabra de Dios en las celebraciones eucarísticas, y por otro lado, tener un papel más activo en las mismas, ayudando a los sacerdotes y distribuyendo la Comunión.
Al respecto, José Luis Retana expresó que “se ha acabado el tiempo de que sólo los sacerdotes llevaban las riendas de la Iglesia”, incidiendo que cuando se pide por la aparición de vocaciones, no sólo es por el Sacerdocio, sino que hay otras, como la del Diaconado Permanente en el que será ordenado Daniel Mielgo dentro de unos meses, considerando en conjunto que “es una apertura que será un bien grande para nuestra Diócesis”, especialmente ante la falta de sacerdotes. En la misma línea, Tomás Muñoz Porras dijo que Daniel Mielgo es “un don para la Iglesia”, dándole las gracias tanto a él como a su familia.
Anteriormente, en la homilía previa a la institución de Daniel Mielgo (que había sido ‘llamado’ siguiendo la fórmula habitual por Tomás Muñoz Porras), José Luis Retana detalló un poco más en qué consisten los Ministerios, explicando en torno al del Lectorado que implica “una gran cercanía con la Palabra”, esperando que “seas la voz de aquel que quiere salvar al hombre”. Como función concreta, “proclamarás la Palabra”, además de ejercer otras como preparar para los sacramentos. Como símbolo de este Ministerio, se le hizo entrega de la Sagrada Escritura como ‘El Libro’.
Respecto al Acolitado, José Luis Retana le dijo a Daniel Mielgo que “podrás estar más unido al sacerdote y a la acción sacerdotal”, participando “de un modo peculiar en las celebraciones de la Iglesia, con la misión de ayudar a los presbíteros y diáconos y distribuir de forma extraordinaria la comunión”, incluido a los enfermos. La institución como acólito fue simbolizada con una patena con el pan. El Obispo confía en que el nuevo lector y acólito conserve “la alegría y la devoción”.
Una vez ya instituido, Daniel Mielgo tomó parte de forma activa en el altar en la recta final de la eucaristía, incluido por supuesto el reparto de la Comunión, empezando por su mujer y sus hijas (quienes también habían intervenido en la celebración, por ejemplo cantando en el Coro Parroquial que animó la cita). Como cierre, el propio Daniel Mielgo dio las gracias a todos los presentes “por haber compartido este momento tan importante para mí”, invitándoles a un convite acto seguido en el salón parroquial.