La representación de la Ascensión de Jesucristo a los cielos se produjo en un camión con cesta de los Bomberos
Las procesiones que dominan los días de Semana Santa en Ciudad Rodrigo dejaron hueco en la noche del Lunes Santo a la emblemática representación de La Pasión, que está cumpliendo en este 2023 sus primeros 30 años de andadura (las primeras escenificaciones tuvieron lugar en el año 1993 en las localidades de Martín de Yeltes y La Fuente de San Esteban). La Pasión corre a cargo en la actualidad de El Manantial –como ocurrió en una primera etapa desde 1995-, que este año la va a escenificar un total de 5 veces.
La de la noche del Lunes Santo en Ciudad Rodrigo fue la central de ese repóker de actuaciones, suscitando el interés de un amplísimo número de mirobrigenses y forasteros que se fueron acercando por la Plazuela de Herrasti, que volvía a ser escenario de este montaje cuatro años después: en 2020 y 2021 no hubo Pasión por la pandemia, mientras que en 2022 las malas previsiones meteorológicas obligaron a trasladarla a la Iglesia de Cerralbo. En este 2023, menos mal que las previsiones eran favorables, porque el cielo tuvo muy mala pinta durante buena parte de la tarde, incluido en el tramo del anochecer.
Por fortuna, el agua no hizo acto de presencia en la Plazuela de Herrasti, donde incluso hizo una temperatura más que aceptable pese a que se trata de uno de los rincones más fríos del recinto histórico mirobrigense. Junto a la propia Plazuela (donde se había instalado un gran escenario), también se emplearon la subida a la Muralla (donde se escenificó la entrada en Jerusalén y el prendimiento en el huerto de los Olivos), la Torre de las Campanas (hasta donde subió Jesucristo para ser juzgado en el balcón por primera vez por Pilatos) y el Monumento a Herrasti (donde fue azotado).
En esta ocasión, la crucifixión de Jesucristo y los dos ladrones se escenificó sobre el escenario montado en la Plazuela de Herrasti, en vez de –como ocurrió por última vez en 2019- en el adarve de la muralla, que se dejó para el novedoso final de la representación, con Jesucristo ascendiendo literalmente a los cielos gracias a un camión con cesta de los Bomberos de Ciudad Rodrigo (que estaba aparcado en el foso).
Tras ese momento (en el cual se cantó y bailó también una canción), Jesucristo se sumó al resto de actores que estaban ya celebrando en el escenario de la Plazuela el éxito de la representación. Entre la treintena de involucrados como equipo artístico hubo caras veteranísimas de La Pasión junto a otras muy jóvenes (que por ejemplo en la última representación en la Plazuela de Herrasti habían sido niños 'sin más' dentro de la puesta en escena de aquel año).
Tras esta cita en Ciudad Rodrigo, a La Pasión 2023 le quedan dos paradas más: este Martes Santo en Sepulcro-Hilario y el Miércoles Santo en Doñinos.