Como ocurre desde hace 30 años, Rosario Pérez Cid cogió el bastón de mando convirtiéndose en Alcaldesa por un día
Después de las reducidas celebraciones de los dos años precedentes (únicamente hubo sendas misas en la Parroquia de Santa Marina), las mujeres mirobrigenses, encabezadas por las Águedas del Mercado de Abastos y del Grupo Amanecer, han recuperado la conmemoración por todo lo alto de Santa Águeda, que arrancó en la tarde sabatina con la hoguera en el glacis de los fosos situado frente al Mercado de Abastos.
Las inmediaciones del Mercado también fueron en la mañana del domingo el punto de partida de los actos festivos, con la reunión de una quincena de mujeres (la mayoría ataviadas al estilo tradicional), que junto con su tamborilero José pusieron rumbo a la Casa Consistorial. Como llegaron con bastante antelación a la hora fijada para que fuesen recibidas, las Águedas se arrancaron a bailar en los soportales del edificio, para así además entrar un poco en calor ante el frío reinante en esa zona de sombra.
Una vez llegó la hora, subieron al salón de plenos, junto a otras mujeres más que habían ido llegando, entre las que se encontraban incluso varias turistas (una de ellas procedente de Perú) que quisieron conocer la festividad. Dentro de ese grupo, ocuparon un papel destacado las mayordomas salientes de Santa Águeda, Águeda y Mari Cruz; las entrantes, Paquita Vicente y Pili Sánchez; y Rosario Pérez Cid, que volvió a convertirse en Alcaldesa por un día como ocurre desde hace 30 años, según ella misma recordó.
En este sentido, Rosario Pérez recibió el bastón de mando de manos del alcalde Marcos Iglesias, que estuvo acompañado por Beatriz Jorge Carpio, Ramón Sastre, Davinia Montero, Víctor Gómez, José Manuel Jerez, Carmen Lorenzo, Jorge Labajo, Begoña Moro, Joaquín Pellicer y Alfredo de Miguel. De forma previa a la entrega del bastón, tomaron la palabra Davinia Montero, como concejala de Igualdad, y el propio Marcos Iglesias, para resaltar la importancia de la conmemoración.
Una vez Rosario Pérez asumió el bastón de mando (que Marcos Iglesias está dispuesto a dejarle “hasta después de Carnaval”), explicó que ya sólo quedan 3 ‘Águedas del Mercado’, Josefina, Nieves y ella misma, teniendo un recuerdo para las que ya no están: Charo Varetas, Pauli y Carmen la Aceitunera; y dándole las gracias al Grupo Amanecer ya que posibilitan que pueda continuar la celebración. Tras esas palabras, comenzó el habitual ‘show’, poniendo mandiles a todos los hombres de la Corporación asistentes.
Después de que en años anteriores les hubiera tocado a los concejales limpiar el polvo del salón de plenos o planchar, este año únicamente tuvieron qué decir qué receta iban a hacer hoy. Al respecto, Marcos Iglesias dijo que paella; Ramón Sastre, una sopita castellana (“que hace frío”); José Manuel Jerez, huevos con farinato; Víctor Gómez, un cocido; Alfredo de Miguel, albóndigas; Chicho Pellicer, rodaballo al horno; y Jorge Labajo, lumaconi rellenos de carne picada con bechamel.
Como ‘premio’, las Águedas entregaron un huevo Kínder a cada concejal, llevándose dos Jorge Labajo ya que su receta fue escogida como la mejor (por si alguien tiene interés, Jorge Labajo ha querido difundir la receta, que publicamos más abajo). Después de preguntar una de las turistas presentes “cómo se hace el farinato” e invitarles Rosario Pérez a que se compren un piso en Ciudad Rodrigo, la Alcaldesa de las Águedas interpretó una canción sobre Ciudad Rodrigo y otra sobre las propias Águedas. Como cierre del acto en el salón de plenos, la Corporación se sacó una gran foto de familia con las Águedas.
> La receta de Jorge Labajo:
-Se pone a pochar un ajo, cebolla, zanahoria y un poco de pimiento rojo (al gusto de cada uno). Cuando esté a punto se echa un poco de tomate frito o si se prefiere tomate natural, entonces más tiempo de elaboración. Un poquito de orégano viene muy bien (u otra especia si apetece). Se le puede añadir un poco de vino blanco que le dará más saborcillo. Como si se estuviese haciendo una boloñesa.
-Cuando esté casi hecho se le añade la carne picada (yo uso mezcla de cerdo y ternera) y que se vaya haciendo. Mientras, se ponen los lumaconi (la pasta) a cocer, el tiempo que diga el fabricante. No conviene que se pase, mejor al dente, porque si no al rellenarlos se rompen. Se va haciendo una bechamel mientras tanto.
-Cuando esté la pasta se va rellenando de carne con una cuchara y con cuidado de que no se rompan los caracoles. Se cubre con la bechamel y a gratinar.
¿A que no es difícil?