El sol está aliviando el frío reinante en una celebración en la que pronunció unas palabras especiales el histórico párroco de Sanjuanejo
> Reportaje gráfico: Adrián Martín
A la hora de publicarse esta información -primera hora de la tarde del viernes-, cientos de mirobrigenses están poniendo rumbo al agregado de Sanjuanejo (una vez finalizadas sus jornadas estudiantiles o laborales), para cumplir con la tradición de comprar la gargantilla de San Blas que protegerá sus gargantas hasta el Miércoles de Ceniza, al mismo tiempo que disfrutan de una larga jornada festiva en familia o con amigos.
Como es habitual, en el tramo matinal de este Día de San Blas se desarrollaron los actos más solemnes de la celebración, que hay que recordar que se abrió en la tarde del jueves con la hoguera, que tuvo una notable animación, al igual que los actos de la mañana, que registraron una notable asistencia de fieles pese al frío que hacía, aliviado en parte por el sol.
Para empezar, todas estas personas arroparon a San Blas en la procesión con salida y llegada en la Iglesia Parroquial de Sanjuanejo, en la que se alcanzó el Monasterio de La Caridad, a cuyas puertas se rezó una oración por los cofrades difuntos. Esta oración fue dirigida por el Obispo de la Diócesis, José Luis Retana, quién presidió la celebración acompañado de un amplio número de sacerdotes, entre ellos Bernardino San Nicasio, histórico párroco de Sanjuanejo, y José María Rodríguez-Veleiro, actual párroco.
A nivel de autoridades políticas, asistieron el alcalde de Ciudad Rodrigo Marcos Iglesias y los concejales Beatriz Jorge Carpio, Ramón Sastre, Laura Vicente, José Manuel Jerez, Víctor Gómez, Paola Martín Muñoz, Carmen Lorenzo y Jorge Labajo. Asimismo, estuvieron el Jefe de la Policía Local, Narciso Caridad, y representantes de la Guardia Civil, entre ellos Jesús Arellano Manrique, teniente jefe de la Compañía en Ciudad Rodrigo; y por supuesto los miembros de la Cofradía, encabezados por su presidente José Antonio Paniagua.
Como es tradición, los principales protagonistas de los actos fueron los mayordomos, que este año han sido tres jóvenes, Jezabel, Julián y Laura, que desfilaron en la parte delantera de la comitiva procesional (ellas ataviadas al completo de charras, y él, con capa charra) por detrás de tres tamborileros, que también tomaron parte en la misa que hubo en el templo parroquial a la finalización de la procesión.
Esta misa (para la cual se quedó pequeña la Iglesia) fue también presidida por José Luis Retana, tomando la palabra en su tramo final el párroco de Sanjuanejo durante 60 años, Bernardino San Nicasio, quién hizo un recordatorio de los años vividos en la localidad, recordando con mucho cariño a aquellos vecinos que están y a los que ya no están.
En el tramo final de esa eucaristía se produjo asimismo el relevo en la mayordomía de San Blas, cediendo las varas Jezabel, Julián y Laura a Alipio Carlos Martín de Elías, Miguel Ángel Martín de Elías, Carlos Manuel Segovia García, Joaquín Sánchez Barrueco ‘Tato Galerías’ y Rodrigo Sánchez Barrueco.
Una vez todos los fieles salieron del templo, arrancó la esperada venta de alrededor de 13.000 gargantillas (cerca de 10.000 cortadas el viernes pasado por la Cofradía, y 3.655 que sobraron del año pasado), que se podrán adquirir durante toda la tarde al precio de 0,50 euros cada una. Mientras arrancaba esa venta de gargantillas, hubo unos cuantos bailes a las puertas de la Iglesia, antes de dirigirse las autoridades e invitados al convite preparado en unas carpas montadas en la propia plaza de Sanjuanejo.