Dentro de la Misa en sí se procesionó la imagen del Niño Jesús para simbolizar que es ‘luz del mundo’
La Iglesia de San Andrés de Ciudad Rodrigo se llenó en la noche de Nochebuena con motivo de uno de los momentos más importantes del año para la Iglesia Católica: la Misa del Gallo con la que se comienza a celebrar el Nacimiento de Jesucristo. De forma previa a la Misa en sí, se representó –todo ello a partir de la medianoche del sábado al domingo- un auto sacramental titulado El nacimiento de Jesús en Belén, de la mano de jóvenes de la Parroquia (los papeles de la Virgen María y San José fueron interpretados por Claudia y Pablo).
La Misa fue presidida por el párroco, Tomás Muñoz Porras, viviéndose tras su homilía otro momento muy especial, ya que se trajo en procesión al Niño Jesús simbolizando que es ‘luz del mundo’. De este modo, en esa procesión por el interior del templo (donde se había apagado la iluminación) se contó con la Luz de Belén, el Ramo de Navidad (que cuenta con numerosas velas), y las velas de todos los presentes.
Como se está haciendo en todos los templos desde la noche de Nochebuena, la celebración incluyó la adoración de la imagen del Niño Jesús por parte de los fieles. A su finalización, todos los asistentes pudieron disfrutar de un convite para festejar el nacimiento del hijo de Dios. Hay que apuntar que lo obtenido con la colecta de esta Misa del Gallo será entregado a Cáritas Diocesana en el marco de su campaña solidaria de Navidad.