El retablo ha costado 88.935€, de los cuales faltan todavía por conseguir 11.035€
Lleva instalado cerca de un par de semanas, pero la Parroquia de San Cristóbal de Ciudad Rodrigo ha decidido esperar al emblemático Día de Navidad para proceder a la bendición de su nuevo retablo, tarea que correspondió en la matinal del domingo al Obispo de la Diócesis, José Luis Retana, quién estuvo acompañado en la celebración litúrgica por el párroco, Rafael Caño, así como por Domingo Peinado y Eusebio López.
La bendición del retablo, tanto con el incensario como con agua bendita, tuvo lugar justo al inicio de la Misa de este día tan simbólico para la Iglesia Católica, contándose en este sentido durante la celebración con dos niños que van a tomar este curso la Primera Comunión caracterizados como la Virgen María y San José, junto al Nacimiento que está montado en los bajos de la mesa del altar.
El proyecto
Como publicamos el pasado mes de octubre, la instalación de esta flamante nueva estructura supone que la Iglesia de San Cristóbal vuelva a contar con un retablo en su presbiterio más de seis décadas después. En concreto, fue a finales de los años 50 del siglo XX cuando se retiró el que actualmente alberga la imagen de San Sebastián (se recolocó en el cuerpo principal de la nave a la derecha), producto de una amplia reforma que se llevó a cabo, que incluyó la creación de los cruceros y la expansión hacia atrás del presbiterio.
Presidiendo este presbiterio quedó desde ese momento un Sagrario con expositor realizado por la empresa madrileña Talleres Granda, que ha pasado a ser ahora el elemento central del nuevo retablo, que ha sido posible gracias a una donación particular y anónima de 50.000€.
Como recordó en la mañana del domingo durante la misa el párroco Rafael Caño, fue esta donación la que le animó a crear un retablo completo en vez de sólo unas hornacinas para las imágenes situadas en el presbiterio como era la intención inicial. Tras ponerse en contacto en 2021 el párroco con la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural, se pidieron presupuestos, y tras valorar varias opciones, se encargó el proyecto a la empresa Arte Martínez, de Horche (Guadalajara).
Así es el nuevo retablo
Como se puede ver en las imágenes, en el presbiterio permanecen, además del expositor con el Sagrario, la Virgen de los Remedios -en el lugar que estaba-, y el Cristo crucificado en una posición diferente. Si desde 1977 había ocupado el lado izquierdo del expositor, ahora ha sido devuelto a la posición en la que estuvo entre finales de los años 50 y ese año 1977, en la parte superior del mismo, siguiendo así la tradición retablística de que el Cristo crucificado esté encima del Sagrario. El hueco que deja a la izquierda del expositor ha sido ocupado por la imagen del titular de la Parroquia, San Cristóbal, que hasta ahora se encontraba en la parte superior del retablo donde está la imagen de San Sebastián.
Las imágenes de Cristo crucificado, la Virgen de los Remedios y San Cristóbal cuentan con un fondo beige y rosa asalmonado, mientras el fondo del expositor es blanco, habiéndose dado a esos tres colores un efecto marmoleado para dar mayor realce y prestancia al retablo. Como se puede apreciar mejor viendo las imágenes, el retablo, realizado en su totalidad en madera, tiene como color más llamativo el dorado que luce en las columnas y adornos, para cuya elaboración se ha seguido el estilo que tenía el expositor del Sagrario (también con columnas doradas), que ahora ha quedado a una altura un poco más baja para que los sacerdotes accedan a él más fácilmente.
Horizontalmente, el retablo se divide en tres partes: un banco (sobre el que descansa el retablo propiamente dicho), un único cuerpo y un ático con remate curvo (donde se ha colocado el Cristo crucificado). Verticalmente, está dividido en tres calles, separadas por las mencionadas columnas, un total de 4, con basa, fuste acanalado y capitel de orden compuesto (con volutas y hojas de acanto). Sobre las columnas de las calles laterales hay un entablamento, una cornisa y unos remates donde figuran, en la parte izquierda, Dios Padre como un anciano con barba y pelo blancos y los brazos abiertos, y en la parte derecha, una paloma en representación del Espíritu Santo.
En lo que respecta al banco o parte baja, se han configurado unos relieves a modo de tondos en los que aparecen, bajo el Sagrario, un pelícano dando de comer a sus crías (se trata de un símbolo eucarístico clásico, ya que el pelícano se pincha a él mismo para dar sangre a las crías, como hizo Jesucristo), el anagrama de la Virgen María (bajo la imagen de la Virgen de los Remedios), y SCPN, anagrama de la medalla de San Cristóbal (Sanctus Cristophorus protector noster – San Cristóbal protector nuestro), bajo la imagen del titular de la Parroquia. Durante la celebración de la mañana del domingo, José Luis Retana recordó que “los retablos son una catequesis”.
El coste
El nuevo retablo ha costado 88.935€, de los que como decíamos más arriba se han cubierto 50.000€ con un donativo anónimo. Otros 20.000€ han sido costeados con los ahorros de la Parroquia, el párroco Rafael Caño ha donado 5.000€, y otros fieles han hecho ya donaciones por un importe de 2.900€. Por lo tanto, faltan por conseguir 11.035€, animándose a colaborar en la propia Iglesia o a través del siguiente número de cuenta de Unicaja: ES75 2103 2255 9300 1000 0289.
La instalación del retablo ha traído otras novedades al presbiterio de la Iglesia de San Cristóbal. Como se ha retirado la estructura de piedra sobre la que se asentaba el expositor con el Sagrario, se ha decidido darle una nueva vida en forma de atril para la proclamación de la palabra (el denominado ambón), sustituyendo al que había de madera. En el otro lateral del presbiterio, la estructura de madera que funcionaba como Sede, con capacidad para tres personas, ha sido sustituida por un único sillón para el oficiante de las celebraciones.