En la Asamblea Parroquial de la tarde dominical se expusieron los proyectos que tiene la Parroquia en mente
La Parroquia de San Andrés de Ciudad Rodrigo celebró durante la tarde dominical una Asamblea Parroquial, con el objetivo de “revisar y programar la marcha” del ente en varios frentes: proyectos, formación, economía y obras. La Asamblea se abrió con una oración, tras lo cual el párroco Tomás Muñoz Porras habló de la Parroquia como Proyecto, exponiendo que se trata una parroquia “en comunión con la Iglesia Universal, la Iglesia diocesana y con el arciprestazgo”; participativa (“que se arriesga con nuevos proyectos”), emprendedora, solidaria, antigua y joven, “abierta a todos”, y comprometida.
Sobre este último punto, se quiere intensificar los procesos formativos, cuidar y promover las celebraciones de los sacramentos y de otras citas como la Navidad o la Pascua, atender a la Residencia Mixta Provincial y a la Comunidad de Valdecarpinteros, atender a los enfermos, necesitados y personas en soledad, apostar por la promoción cultural (con exposiciones, conferencias, conciertos y viajes), cuidar el Patrimonio de la Parroquia, y promover las redes sociales.
Como segundo punto de relevancia, intervino Daniel Mielgo, para hablar de la sinodalidad que guía este Curso Pastoral, cuyos retos diocesanos se repasaron, como la publicación de una normativa para las celebraciones en ausencia de presbítero (y continuar formando a candidatos a llevarlas a cabo), la puesta en marcha o renovación de los consejos parroquiales y de asuntos económicos, y la implantación en las parroquias de pequeños grupos de fe. Asimismo, se quiere dar mayor protagonismo a la vida consagrada, fomentar los ministerios laicales (lectores, acólitos, etc.), y “evitar la polarización de los distintos grupos eclesiales para favorecer todo lo comunitario”.
La Asamblea siguió con un repaso a la docena de dinamismos que se mueven en torno a la Parroquia, conformando “la familia de San Andrés que peregrina en el Arrabal de San Francisco”, como indicó Tomás Muñoz Porras.
Así, fueron saliendo representantes de la Catequesis (12 grupos con un centenar de niños de 6 a 15 años), el Coro de Mayores (12 miembros), el Coro de Jóvenes (15 miembros), la Cofradía de la Peña de Francia (unos 300 cofrades), las cofradías de San Antón y San Isidro (más de 100 cofrades), la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz (que tiene su sede en la Parroquia), la Asociación de la Medalla Milagrosa (que cuenta con 44 capillas de la Virgen en Ciudad Rodrigo, y otras en Serradilla, Sancti-Spíritus, Águeda, Campillo de Azaba y Espeja), los adultos para la Confirmación, el Grupo de Madres (se reúne para rezar semanalmente), los Servidores de Emaus (una veintena de personas que participa en retiros de fin de semana), el Grupo de Efusión en el Espíritu Santo, y el grupo de Católicos Anónimos, que son “cristianos en búsqueda de Jesús desde su propia vida”, algunos de ellos retornados a la Iglesia.
La tarde continuó con un repaso a las acciones realizadas durante el curso anterior. En la dimensión caritativa y social, las campañas de ayuda a Ucrania y La Palma, la asistencia a enfermos y en soledad, y las tarjetas de Navidad para ancianos. En la dimensión cultural, las conferencias que hubo por el Día de San Andrés y en Cuaresma, las peregrinaciones a la Peña de Francia, los conciertos del Coro de San Andrés y la Coral Dámaso Ledesma, o la procesión del Santo Cristo. Y en el ámbito patrimonial, la pintura de la Iglesia, la reforma del salón de actos de la Parroquia, las restauraciones del Copón, la Cruz parroquial y otro relicario, y la potenciación del Santo Cristo (que ha sido enmarcado).
Ya en el tramo final, se repasó la programación del nuevo Curso Pastoral, apuntándose varios proyectos. Por un lado, varios que ya tenía en agenda la Parroquia (como la atención al duelo, la participación en la misa de niños y padres, cine para compartir, y excursiones y peregrinaciones), y otros nuevos, como la instalación de nueva megafonía, nuevas ventanas del salón-teatro, la renovación del cuarto de limpieza, y la recuperación de la memoria franciscana, con una nueva imagen de Santa Clara y la realización de celebraciones.
Como complemento de la Asamblea, hubo una puesta en común de todo lo visto y una oración final, cerrándose la tarde con la bendición y un Canto a la Virgen.