“El Día Cero, tal como se le ha llamado, marcaría el inicio del racionamiento de agua y sería el día en el que se cierren -literalmente- los grifos en las residencias, causando que hogares y locales comerciales deban dirigirse a centros de recolección locales por agua.” (De la prensa).
Poesía, siempre, grito; poesía, hoy, lamento; poesía, ojalá nunca epitafio... Al agua, que uno quiere creer que escucha. Del agua, por el agua, sobre el agua, desde el agua... Tal vez la poesía no sirva sino para alimentar la íntima queja por lo que uno no hizo, por lo que ignoró, obvió y tantas veces contempló, absorto el corazón en las esquinas del olvido... Hoy al que escribe le rebosa, de nuevo y culpable, esa íntima queja, como siempre dirigida a quien no la merece; una queja en forma de rosario de heridas, urdimbre de imposibles, en forma de agua, de poema...
AGUA
“...y nosotros los pálidos sedientos
con la lengua reseca brindaremos”.
MARIO BENEDETTI
Agua que no estarás
lluvia guerra inundada de polvo
que hurtas reflejos vivos
de un sol ardiente y muerto que asesina
sin un rastro de flor
agua que no vendrás ya no vendrás ya nunca
hambre antigua de tierra de mis labios
barranco del futuro de las niñas que cantan
y no saben llorar
agua que te has negado a bendecirnos
a proteger del aire la roca de la casa
y a sanar un cielo enfermo y deformado
ajeno a ti
extranjero como todas las lluvias que no serán
que ya nunca serán siquiera vil bostezo
de la resignación
agua seca
tendido manantial al resol de cuanto acaba
tenebroso riachuelo como la asfixia de la sed
agua que inunda nuestra sed naufragio
tempestad de deseo
eneros pervertidos de color siempre errado
años de obcecación
eternidad a gotas
agua nieve cristal ya nunca más de hielo
de pronto resplandeces
espada en ti que fulge como un grito de todos
antes de desaparecer y te heredamos
mirando un cielo azul de sangre
te pedimos
un verde que no está
y una ola de pájaros sedientos
agua que no dirá mi nombre
se aniquila en preguntas
dondequiera que estés tan lejos casi muerta
tan lejos de mi sueño de mi mano y mis ojos
agua que fuiste yo
oscura y mentirosa farsante del verano
que nunca más ya nunca
bella horrible durmiente
agua que ya no estás
infiel recodo infiel de tantos falsos besos
imposibles navíos orillas que no son
que nunca podrán ser
que no navegarán sino en cielos de truenos inventados
agua nube imposible retorna
y haznos resucitar.
ÁNGEL GONZÁLEZ QUESADA, agosto 2022.