Para algunos fue difícil encontrarlo, mientras que otros lo consiguieron pagando ‘un riñón’
Al igual que ocurrió la semana pasada en la jornada del Martes Chico, un amplio número de jóvenes pasaron las primeras horas del Martes Mayor en el parque de la parte trasera del Valle de San Martín, convertido una vez más en un gran botellódromo, que registró una afluencia bastante superior al martes anterior. En este sentido, tal y como era previsible, el lugar recibió a unos cuantos jóvenes de fuera de Ciudad Rodrigo, en especial a algún gran grupo procedente de pueblos de la comarca (como uno de Abusejo).
Este gran botellón del Martes Mayor 2022 ha estado marcado por una peculiaridad: la escasez de hielo en el mercado para poder precisamente tomar frías las bebidas que habían llevado los jóvenes hasta el parque (la mayoría en bolsas, pero también se podían ver algunas neveras).
En este sentido, según explicaban, en algunos supermercados (tanto de Ciudad Rodrigo como de otros lugares, como de Salamanca capital) había sido difícil encontrarlo en los últimos días (en algunos se había puesto un límite, a razón de una bolsa de hielo por cliente), mientras que en otros lugares sí había más disponibilidad, pero les había costado ‘un riñón’ para lo que suele ser habitual.
Algún grupo había sido más previsor, y esta falta de hielo en el mercado en los últimos días no les ha supuesto un gran inconveniente ya que lo tenían comprado desde hace dos semanas. Junto al hielo, en algún establecimiento también había habido problemas para encontrar bebidas habituales, según comentaban varios de estos jóvenes a Ciudad Rodrigo Al Día.
Pese a este inusual problema con el hielo y la bebida, el botellón estaba transcurriendo a la hora de comer del martes con buen ambiente, dejando como siempre varias curiosidades. En concreto, se pudieron volver a ver unas cuantas banderas de España, un joven había llevado para beber una taza de Peppa Pig que estaba causando sensación según él mismo comentaba, otro grupo había llevado un muñeco-bebé llamado ‘Lulú’, otro joven estaba promocionando una marca de ropa personal (repartiendo pegatinas), y varios jóvenes salieron del Parque con el cuerpo autografiado por compañeros de botellón.