SOCIEDAD
Actualizado 05/07/2022 15:47:22
David Rodriguez

Ha decidido cursar Farmacia en la Universidad de Salamanca

Este miércoles dará arranque la convocatoria extraordinaria de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), la Selectividad de toda la vida, que llega tras una brillantísima convocatoria ordinaria para los dos IES mirobrigenses, el Tierra de Ciudad Rodrigo y el Fray Diego Tadeo, que firmaron un pleno de aprobados (se examinaron un total de 56 alumnos, 33 del IES Tierra y 23 del IES Fray Diego). Entre todos esos alumnos, hubo destacadas actuaciones, sobresaliendo especialmente la de una estudiante del IES Tierra de Ciudad Rodrigo, Alba García Peralo, que consiguió un total de 13,84 puntos sobre 14.

De esa nota total, los 10 primeros puntos salen, en un 60%, de la nota media obtenida en los dos años de Bachillerato (en su caso, el de Ciencias); y el restante 40%, de la nota media de los cuatro exámenes que componen la Fase General de la EBAU: las tres asignaturas comunes para todos los alumnos (Lengua y Literatura, Inglés e Historia de España) y la troncal en función del Bachillerato estudiado, en este caso Matemáticas II. A partir de ahí, los alumnos se pueden presentar a asignaturas específicas para sumar hasta 4 puntos más (a razón de 2 por asignatura). Alba García se presentó a Biología y Química, contándole también para las específicas Matemáticas (se cogen las dos mejores notas de las 3 asignaturas específicas).

Alba García señala que “me esperaba buena nota, pero no tanta”, explicando que de algunos exámenes salió “con buenas sensaciones y he tenido peor nota de la que me esperaba, y de otros, me esperaba peor nota, y al final he tenido más”. Como es habitual, ha habido disparidad de exámenes, viendo como el más fácil el de Inglés, y el más difícil el de Química, aunque el más complicado de estudiar para ella ha sido Historia de España, porque “tienes que estudiar y estudiar”, mientras que en otros toca aplicar lo aprendido, como en Matemáticas, “que llevábamos muy trabajada”. En este punto su profesor, Santiago Ajenjo, menciona que en el 1º año de Bachillerato, “os dije que íbamos a por 2º, a por la EBAU, no era aprobar 1º para pasar a 2º”.

La forma en la que Alba García conoció sus notas –justo el día después de su graduación- fue bastante curiosa: su madre le fue enumerando las asignaturas, ella fue diciendo qué nota esperaba, y su madre le acabó diciendo lo que había sacado en cada una. Una vez lo conoció todo, “me puse a llorar, me tiré una hora llorando”. Esa escena con su madre ha quedado recogida en un vídeo para la red social TikTok, en la que ha aprovechado para dejar constancia para la posterioridad de su paso por la EBAU: “subí muchas cosas: estudiando, comentando al final de cada día los exámenes, reaccionando a las notas,...”; “los subía como diversión, para verlo dentro de 5 años y recordar cómo me fue”.

Preguntada sobre si hay algún ‘truco’ para conseguir esa espectacular nota, Alba García apunta como clave “no pasar de largo por los dos años de Bachillerato, sino irlo estudiando, porque en las dos últimas semanas antes de la EBAU no te vas a estudiar un año entero”. Así, esas dos semanas previas son “más bien para repasar o mirar cosas que se te hayan olvidado”, para lo que también es importante “llevar muy organizadas las asignaturas” (“yo me hacía mis resúmenes”), y tener un horario de estudio definido, “porque como te pongas a estudiar todas las asignaturas desordenadas, como te apetece, no funciona”. En su caso, se preparó ese horario antes de los exámenes finales de Bachillerato, “para que así en cuanto los acabase ponerme a estudiar para la EBAU”.

En torno a la prueba en sí (y una vez habiéndola ya superada), da como consejo para futuros alumnos “que vayan tranquilos; tienes que tener siempre un poco de nervios porque te salen mejor los exámenes, pero lo justo, porque te acabas agobiando”. En este sentido, “si los llevas más o menos bien preparados, no es tan dura como la pintan”, indicando que “algunos exámenes me han resultado más fáciles que los que hemos hecho durante el curso”. Así, “más que los exámenes”, la clave está en “la presión que llevas de decir ‘me juego mucho, esta nota me va a condicionar a qué Universidad entro y qué carrera hago’”.

Alba García Peralo acudía en busca de una nota bastante alta, ya que su intención inicial (desde que empezó Bachillerato) era cursar el doble grado en Biotecnología y Farmacia en la Universidad de Salamanca, que el curso pasado tuvo una nota de corte de 13,775. Con el 13,84 que ha conseguido, seguramente entraría, pero finalmente, una vez hecha la EBAU, se ha preinscrito únicamente en Farmacia, tras reflexionar que el doble grado “era demasiado; quieras que no son el doble de asignaturas, porque haces como dos titulaciones a la vez, y son más horas de clase, de estudio...”, concluyendo que “para estar agobiada durante 6 años, no me merecía la pena, primero puedo hacer Farmacia, y luego especializarme con un máster en Biotecnología”.

A la hora de tomar esta decisión influyó que su intención es irse de Erasmus en alguno de los años universitarios, “y creo que no ofrecen plazas de Erasmus con la doble titulación de Biotecnología y Farmacia, porque es muy difícil que en otro país hagan lo mismo”. Así, se ha quedado con Farmacia, porque “siempre me ha gustado la parte de laboratorio, y en Farmacia tienes una parte que puedes hacer los medicamentos” que le llama bastante la atención. Como deseo futuro dentro de esta línea, le gustaría por ejemplo “trabajar en hospitales haciendo medicinas”.

Respecto a su elección, Alba García comenta por un lado que a lo largo de su vida ha pensado en ser “veterinaria, pediatra, profesora,...”, siendo ahora cuando se ha decantado por Farmacia, y que “mucha gente me ha dicho que con la nota que tengo, por qué no hago Medicina, o alguna ingeniería, pero no tengo vocación y no me llaman la atención, por lo que prefiero hacer algo que me guste, que sepa que cuando entre en la carrera voy a tener motivación para seguirla”. El que tiene muy claro desde hace mucho tiempo lo que quiere estudiar es su compañero de Bachillerato Víctor Pereña Rodríguez, que quiere cursar Medicina, apuntando que “me lleva atrayendo mucho desde 2º de la ESO”, explicando que “me gusta mucho ayudar a la gente, incluso cuando jugaba a juegos de ordenador como los de rol, siempre actuaba de médico”.

Sin embargo, el problema de Víctor Pereña es que, como bastantes jóvenes, a día de hoy no sabe si va a poder entrar a estudiar Medicina, y especialmente dónde, aunque se muestra confiado (“yo creo que en alguna Comunidad entro”). En su caso, ha obtenido en la EBAU un 13, cuando las notas de corte en Castilla y León se vienen moviendo en el 13,1-13,2. Así, como quiere “estudiar Medicina, me da igual en qué parte”, ha hecho la preinscripción “en toda España”, siendo su preferencia el lugar donde le admitan que “más cerca este de aquí, porque toda mi familia es de esta zona”. Hasta que sepa algo (posiblemente a mediados de julio), la situación es “fastidiada, porque no sé si me voy a tener que ir a Valladolid, a Murcia o a Santander, si puedo entrar en Salamanca...”, con la diferencia de que en un lugar como éste sí conocería a gente.

Con esa incertidumbre añadida, el salto a la Universidad genera “un poco de miedo a lo desconocido, pero lo veo como una oportunidad de avanzar como persona, de aprender y sobre todo de progresar”. En la misma línea se expresa Alba García, quién dice que “por una parte sí quiero y por una parte no: empezar la Universidad es dejar de vivir en tu casa, del círculo de amigos que tenemos desde hace años cada uno se va a una parte diferente a estudiar..., por lo que da un poco de miedo al principio, pero luego sí tengo ganas por cambiar la ciudad y conocer nueva gente”, además de que “en la Universidad dicen que estudias lo que te gusta, te enfocas más a tu futuro laboral”.

Lo que ambos esperan, como verbaliza Víctor Pereña, es que la carrera elegida “esté a la altura de mis expectativas; me gustaría que fuera realmente lo que espero, porque es algo que llevo dentro: me gustaría muchísimo estudiar Medicina y ayudar a la gente”, pensando en poder en el futuro “viajar trabajando”, de médico rural, haciendo voluntariados en otros países o dando conferencias. En todo caso, como señala Alba García, “tampoco pasa nada por cambiarte de carrera” si ven que no cumple sus expectativas. De hecho, mirando a largo plazo, “no quiero acabar, empezar a trabajar y ya está”, sino que “nunca quiero acabar con mis estudios ni dejar de aprender, siempre quiero seguir mejorando”: “si dentro de 10 años veo algo que me gusta, puedo ponerme a estudiarlo”.

La etapa que ya cierran definitivamente es la de su paso por el IES Tierra de Ciudad Rodrigo, de la que ambos van a guardar “muy buenos recuerdos” tras 6 años en el mismo. En palabras de Alba García, “el paso por aquí me ha gustado bastante, no tengo ninguna queja”, añadiendo que “de los dos últimos años de Bachillerato me llevo un buen recuerdo, porque las dos clases que he tenido me han gustado mucho, tanto compañeros como profesores”, concluyendo que “yo creo que han sido los mejores”.

En su caso, Alba García Peralo cierra la etapa de instituto con ese espectacular 13,84, habiendo cosechado asimismo una de las 100 mejores notas del Distrito Universitario de Salamanca atendiendo únicamente a las calificaciones de la Fase General de la EBAU (en ese grupo hay otra alumna del IES Fray Diego). Por ello, va a ser reconocida en un acto que celebrará la Universidad de Salamanca el próximo 14 de julio (no podrá asistir presencialmente, pero acudirá a posteriori a recoger su diploma). Además, sus excelentes notas le han valido para que la matrícula en el primer año de Universidad le salga gratis.

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