A las 9.00 horas se abrirán las puertas de la Catedral, cuyo aforo estará limitado a 500 personas
La Diócesis de Ciudad Rodrigo ha dado a conocer cómo se desarrollará en la jornada del sábado la ceremonia de toma de posesión como nuevo Obispo Civitatense del actual prelado de Plasencia, José Luis Retana Gozalo, que hay que recordar que hará su entrada en territorio diocesano este viernes (a las 11.00 horas habrá un acto en Villasrubias, primera localidad según se viene desde su anterior destino, Plasencia; y a las 12.30 horas otro en el Palacio Episcopal de Ciudad Rodrigo).
La intensa mañana sabatina se puede considerar que se abrirá a las 9.00 horas, con la apertura de las puertas de la Catedral de Santa María, donde el aforo se ha ajustado a un máximo de 500 personas, todas ellas sentadas, debido a la pandemia del coronavirus (no se podrá permanecer de pie). Cuando se cubran las plazas, ya no podrá entrar ninguna persona más sin invitación.
Los actos comenzarán a las 10.15 horas, con la salida del Palacio Episcopal en dirección a la Catedral de José Luis Retana, quién estará acompañado por el Nuncio Apostólico del Papa en España, Bernardito Auza, del actual Administrador Apostólico, Jesús García Burillo, y de dos canónigos. Un grupo de charros encabezará esta comitiva, que saludará en la Plazuela de Herrasti a las autoridades civiles antes de entrar en la Seo por el Pórtico del Perdón.
Dentro de la Catedral, José Luis Retana será presentado al Cabildo y al Colegio de Consultores, y el presidente del Cabildo, Ángel Martín Carballo, le dará a besar el ‘lignum crucis’ y le ofrecerá el hisopo para que bendiga con agua a los presentes. Tras ello, Retana rezará durante unos instantes en la Capilla del Santísimo Sacramento para a continuación volver a salir de la Catedral y dirigirse al Seminario Diocesano, donde se cambiarán para la celebración.
A las 11.00 horas, se pondrá en marcha la procesión desde la Capilla Mayor del Seminario hasta la Catedral, de la que formarán parte los sacerdotes, los vicarios, canónigos, el Colegio de Consultores, los Obispos asistentes (se espera una amplia representación de España y Portugal), el Obispo electo, el Nuncio y el Administrador Apostólico. La comitiva llegará hasta el altar de la Catedral, donde el Nuncio saludará a los asistentes, tras lo cual intervendrán Jesús García Burillo y de nuevo el Nuncio.
El momento culmen de la celebración será la lectura de las Letras Apostólicas que contienen el nombramiento por parte del Papa Francisco de José Luis Retana como Obispo de la Diócesis y la cesión de la cátedra. Estas Letras serán leídas por el Canciller-Secretario General del Obispado, Prudencio Manchado, quién previamente se las mostrará al Colegio de Consultores (todo ello se lo pedirá el Nuncio).
Bernardito Auza invitará a José Luis Retana a sentarse en la cátedra como signo de la toma de posesión y le entregará el báculo. Según ha informado la Diócesis, se empleará un báculo del que fuera Obispo de Ciudad Rodrigo de 1950 a 1955, Jesús Enciso Viana. Este báculo, que se cree que es obra de Ramón Suyer, es una pieza de metal dorado en la que destaca la parte curva, que cobija a San Juan Bautista y un felino alado que se repite en la línea curva exterior (que se inicia en sus fauces abiertas). La macolla se adorna con elementos vegetales que se repiten en el tramo recto, donde destaca el escudo episcopal de Jesús Enciso.
A continuación, representantes de los sacerdotes, religiosas y fieles laicos se acercarán a la cátedra para manifestar su adhesión al nuevo Obispo. Como liturgia de la palabra, Retana ha escogido la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios, y como lectura del Evangelio, las palabras de Cristo que dice que ha venido a servir, no a ser servido y a entregar su vida.
En lo que respecta a la consagración, se empleará un cáliz de plata dorada, repujada, cincelada, fundida y esgrafiada de origen mejicano que se estima que es del año 1605. Aunque se desconoce cómo llegó a Ciudad Rodrigo, se considera que fue un regalo a la Catedral por parte de alguien que, establecido en el Virreinato de Nueva España a principios del siglo XVII, tuviese alguna vinculación con Miróbriga. Como cierre de la celebración, todos los presentes en el altar cantarán el Salve Regina mirando la imagen de la Virgen de la Asunción (patrona de la Catedral de Santa María) que preside el ábside.