Un periodista pasmón, en un gran diario dice que Alemania está en la cola en digitalización. Y lo dice como un defecto. Pero a mí me da una gran alegría. Eso significa que Alemania está en vanguardia en humanismo y en trato humano. Los alemanes son muy ecologistas y una parte del ecologismo es defender a la especie humana. La más amenazada ahora de este planeta.
Eso significa que todavía prefieren el trato con personas y no con máquinas. Que te ponen delante una persona viva que te escucha y no una máquina muerta te suelta lo programado, te vomita códigos y ruidos, te manda a las Preguntas Frecuentes miserables. Eso significa que en Alemania todavía se aprecian las personas, y la vida, la espontaneidad, la libertad imprevisible de cada ser humano.
Dice "la cola de la digitalización" el periodista papanatas. Como si dijera que Alemania está a la cola en destrucción del patrimonio, en eliminación del ser humano de todos los ámbitos. En la eliminación del mundo físico y en la evaporación de todo. Pero yo me congratulo, me felicito, me alegro. Y le pido a ese periodista papón que se convierta él mismo en ectoplasma digital y nos deje a los seres de carne y hueso ocupar la Tierra. Como ocupan Alemania. Que se meta de cabeza en un programa digital e intercambie códigos con otros ectoplasmas en el mundo sin carne. Que nos deje a nosotros con las hermosas salchichas y los bosques espesos de la Selva Negra. Y la Santa Gilipollez Digital se la metan por el Culo Digital.
Recuerdo cuando una vez en un bar de Friburgo en la Selva Negra me tendieron un menú en letras góticas personales. Y no en las de imprenta más impersonales. Y lo admiro. Y lo añoro.
Antonio Costa Gómez, Escritor