Proyectos ecológicos de autoconsumo que maximizan la eficiencia en explotaciones agroganaderas
Trabajar en el campo siempre ha resultado trabajoso y complicado, por lo que cualquier avance que optimice el rendimiento y maximice los beneficios siempre es bienvenida. Es el caso de las instalaciones eléctricas de autoconsumo, que suponen un gran ahorro en la factura energética además de resultar mucho más respetuosas con el medio ambiente.
La tecnología ha avanzado enormemente. En especial con las baterías que se utilizan en proyectos aislados de la red. Se han dejado atrás las viejas baterías de plomo y ahora se emplea el mucho más moderno litio, que posee una esperanza de vida mucho más larga y no requiere mantenimiento. Asímismo, los paneles solares actuales aprovechan mejor las horas de sol de cada día.
Sin depender de la red
Las instalaciones aisladas fotovoltaicas están especialmente dirigidas a aquellas regiones o zonas donde la conexión a la red eléctrica no es posible o no está prevista, debido a los altos costes de desarrollo de la construcción de los sistemas eléctricos de la línea, especialmente en las zonas rurales remotas.
La empresa Farcav atesora una gran experiencia en instalaciones de este tipo, que se han multiplicado en los últimos años.
Las aplicaciones son numerosas, desde el autobombeo para suministro de agua hasta el control de cebaderos para ganado, todo ello de manera independiente a la red eléctrica, lo que lo hace perfecto para explotaciones agrarias que actualmente dependen de generadores de gasoil que suponen un importante desembolso en combustible a lo largo de cada año.
Ecológico y sin impuestos
Además de todas las ventajas que supone una instalación independiente, se trata de soluciones totalmente ecológicas, que aprovechan energía verde para generar que se reaprovecha en el mismo lugar de la explotación. Mucho más respetuosa con el medio ambiente que las soluciones a través de generadores de gasoil.
Las autoridades apuestan desde hace años por reducir la huella ecológica en todos los sectores, sin olvidar el trabajo agroalimentario, por lo que son frecuentes las subvenciones que ofrecen el cambio de sistemas más contaminantes a proyectos de autoconsumo eléctrico que aprovechen la energía verde.
Además, desde 2018 se ha eliminado el denominado "impuesto al sol", que gravaba este tipo de instalaciones, siendo ahora totalmente liberadas de cargas fiscales, por lo que la única inversión que se ha de realizar es la inicial, amortizándose en un plazo aproximado de 4 años, con una esperanza de funcionamiento muchísimo mayor.