Asegura que "la carne de morucha tiene una calidad reconocida que hacen de ella un producto excepcional, pero llegar al gran consumidor no es fácil"
La raza Morucha está catalogada por el Ministerio de Agricultura como raza amenazada como le ocurre al resto de razas autóctonas existentes en España. En la pugna por el incremento de la productividad se ha recurrido a razas foráneas, originarias de zonas con climatología más favorable a la producción forrajera, "que nos están invadiendo y ocasionando el retroceso de nuestras razas autóctonas". Con el objetivo de impulsar la conservación y mejora de la raza, favoreciendo su conocimiento y expansión, se creó la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Morucha. Según explica su presidente, Agustín García Sánchez, seguirán trabajando en ese sentido "porque estamos convencidos de que es la mejor opción para la racional explotación extensiva de nuestros campos".
¿Cuál ha sido la evolución de esta raza en los últimos años?
En cuanto al número de ganaderías asociadas y animales inscritos en el Libro Genealógico ha habido, en los últimos años, una ligera tendencia a la baja, aunque no significativa. No obstante, la variedad negra, considerada de "protección especial" por la Administración, debido a su reducido censo, ha gozado de un incremento de ganaderías y animales inscritos, propiciado, sin duda, por las ayudas económicas oficiales.
Respecto a la mejora de la raza, sin menoscabo de su proverbial fertilidad y rusticidad, son patentes los avances conseguidos en el desarrollo, conformación y temperamento de los animales.
¿La comercialización sigue siendo la mayor dificultad de los ganaderos de morucha?
Sin duda el mayor reto que tenemos es la comercialización. La carne de morucha tiene una calidad reconocida y diferenciada que hacen de ella un producto excepcional, pero llegar al gran consumidor, al ama de casa, tiene dificultades que no es fácil solventar. Para que esta carne exprese sus cualidades con plenitud, precisa un tiempo de maduración que complica al carnicero su comercialización, porque retrasa el retorno de su inversión y le ocasiona alguna pérdida por oreo, por lo que rehúye ofrecerla a su clientela habitual.
Aunque la calidad de la carne es reconocida y apreciada, paradójicamente los animales que la producen están infravalorados en el mercado, por la influencia negativa de los agentes comerciales que lo manejan. El origen y calidad de la carne está garantizada, falta hacerla llegar a los consumidores.
¿Cuál es la seña de identidad y el valor diferencial de esta raza?
La principal seña de identidad de la Morucha es que es un patrimonio ganadero salmantino desarrollado a lo largo de los años en nuestras dehesas y pastizales, que forma parte de nuestra cultura y tradiciones. Su rusticidad, fertilidad y sobriedad la hacen inigualable para la explotación sostenible y la conservación de nuestro medio natural, formando parte del paisaje de nuestros campos que ha ido modelando con sus hábitos de pastoreo. Además, produce una carne de excelente calidad.
¿Se está viendo muy perjudicado el ganadero de morucha en esta crisis económica actual derivada del Covid-19?
El alcance de los perjuicios que acarreará esta pandemia aún es pronto para calibrarlos, dependerá del tiempo que perduren las restricciones en la actividad económica impuestas por el confinamiento. De momento, nuestra actividad ganadera, por desarrollarse en áreas no urbanas, con baja densidad de población, ha sufrido menos los inconvenientes de la reclusión.
¿Se sienten arropados por las instituciones?
La Asociación recibe una subvención para hacer frente a gastos de personal y actividades. La Diputación de Salamanca financia nuestra participación en la Feria Agropecuaria que organiza cada septiembre, que es un escenario muy valioso para promocionar la raza y difundir los avances en su mejora. También, la Junta de Castilla y León ha establecido una módica ayuda para estimular la inscripción de reproductoras en el Libro Genealógico. Echamos de menos un mayor apoyo institucional para apoyar la venta de nuestros productos que precisa de una fuerte inversión para la que nosotros carecemos de solvencia. El Ministerio de Agricultura desarrolla el programa '100% raza autóctona' para promocionar los productos de las razas autóctonas, pero no llega suficientemente a los consumidores.
¿Cuál es la salud de la Asociación?
Después de una primera etapa de notable desarrollo a partir de su creación en los años setenta, la evolución de la Asociación se ha estabilizado a pesar de la amenaza que supone la tendencia a producciones más intensivas y el escaso reconocimiento de la calidad de sus productos. Pasamos de una primera etapa en que la Morucha se puso de moda, a otra en la que han proliferado los detractores seducidos por razas más precoces. Digamos que está en una etapa de madurez, en la que, aunque goza de buena salud, ha de estar más atenta para prever los desaciertos que puedan perjudicarla. Como les ocurre a otros colectivos ganaderos, precisa de un relevo generacional.
¿Ve un futuro cercano positivo para el sector?
El futuro inmediato es preocupante como para cualquier otro sector. No queremos ser agoreros ni pecar de insensatos. La actual sociedad del bienestar sólo atiende al medio urbano, ignorando al mundo rural. Esto ha provocado un éxodo del campo que no será fácil revertir. Esperemos que la convulsión que sufrimos haga recapacitar a esta sociedad ávida de consumo y la haga volver la mirada a la naturaleza y un sistema de vida más propicio, que valore en su justa medida el quehacer de los hombres del campo.