Los vecinos, que se pusieron sus mejores galas (mantillas incluidas), soltaron palomas
La larga y completa Semana Santa de la calle Bailén de Ciudad Rodrigo llegó a su final a la hora de comer del Domingo de Resurrección con el último desfile, en el cual procesionaron como el resto de días de un lado a otro de la vía las imágenes de Cristo Resucitado y la Virgen Dolorosa que habían sido preparadas como los días anteriores por el joven vecino de la calle, Rubén Pérez de Burgos.
Junto a su hermana Ana Belén, se vistieron de la Cofradía de La Soledad, poniéndose sus mejores galas -incluido mantillas- también algunos vecinos más de la calle. Asimismo, otros colgaron telas blancas en sus balcones para celebrar la resurrección de Jesucristo, mientras que otra vecina, Lara Fonseca, soltó palomas (algunas se hicieron de rogar a la hora de salir de la caja en la que estaban).
Como en los días anteriores, sonó música de la mano de Ángel Luis Zamarreño, como el Himno de España, La Saeta, El Aleluya o la Caridad del Guadalquivir. De forma casual, todavía en plena procesión, pasaron por la vía dos miembros del Ejército de Tierra que un día más se acercaron a patrullar las calles mirobrigenses para vigilar el cumplimiento del confinamiento domiciliario. A la hora de escuchar el Himno de España, los militares se cuadraron y saludaron a la vecindad.