Quitamos concertinas, ponemos concertinas, volvemos a quitar concertinas pero subimos los muros.
Abrimos un puerto al Open Arms pero se lo cerramos al Aita Mari y a todos los que vinieron después.
Reconocemos que España necesita más inmigrantes para trabajos que los españoles no queremos hacer, pero vamos a endurecer los requisitos para solicitar el derecho de asilo.
La política migratoria europea deja mucho que desear. Y la política de fronteras más. Y, en vez de exigir en Europa un poquito más de humanidad, de empatía con la gente de otros países en peor situación que la nuestra, agachamos la cabeza y restringimos las normas y elevamos los muros.
Los españoles primero, que diría Vox.
Spain first, que diría Trump.
No me gusta esta Europa. No me gusta la socialdemocracia europea. No me gusta la "moderación" de este Gobierno, que ya hace casi dos años empezó a hacer "gestos" que se están quedando en eso: solo gestos.
Aunque aún es pronto para saber si van a hacer honor a su nombre y van a implementar políticas socialistas o si esta legislatura va a ser "más de lo mismo", más de las políticas neoliberales que tanto gustan en centroeuropa; más de lo que ya llevamos décadas acostumbrándonos.
Pero como aún no se han cumplido ni siquiera los famosos "primeros 100 días de Gobierno", habrá que concederles el beneficio de la duda, pero la verdad, no tengo muchas esperanzas.
21/02/2020