La formación de la Universidad Pontificia de Salamanca ofreció un recital que incluyó música religiosa y música popular hispano-lusa
El Seminario Diocesano San Cayetano de Ciudad Rodrigo puso punto y final en la noche del viernes al Congreso Duc in Altum que ha celebrado desde la tarde del pasado martes para hacer un repaso a su pasado, analizar su presente, y encarar el futuro que tiene por delante una vez cumplidos los 250 años de vida.
Tras desarrollarse todo el Congreso en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal (salvo un ágape el primer día y una cena en esta jornada final en las dependencias del Seminario), la clausura del mismo tuvo lugar en la Iglesia de Cerralbo, que acogió un concierto del Coro Tomás Luis de Victoria de la Universidad Pontificia de Salamanca, que fue presentado por el rector del Seminario, Anselmo Matilla, tras una pieza de bienvenida, Signum, de T. Sussato.
(function(w,d) { var i=w.invibes=w.invibes||{}; i.uc=0; i.prod=2547; var s=d.createElement('script'); s.type='text/javascript'; s.async=true; s.src='//k.r66net.com/GetLink'; d.head.appendChild(s); })(window,document);Este Coro, dirigido por Francisco José Udaondo Puerto, ofreció un repertorio que incluyó tanto música religiosa como música popular hispano-lusa. Dentro del primer bloque, interpretaron Señor, me cansa la vida, de J. A. García; In monte Oliveti, de I. Prieto; Stabat Mater, de Z. Kodaly; Misericordia Domini, de G. Pitoni; y Cantante Domino, de J. Elberdin.
Mientras, en el segundo bloque, el Coro (integrado en su mayoría por jóvenes), interpretaron Natal de Elvas, de M. Sampayo; Como pájaros en el aire, de P. Carabajal; Velo que bonito, de D. Andreo; Camino del Indio, de A. Yupanqui; Soy garridica, de A. Barja; O voso galo, de M. Groba; Azulao, de R. Duarte; Riverana y La Clara, de H. Goyenechea; Rosa amarela, de H. Villalobos; y Con el vito, de M. Massoti.