En esta zona y en la plaza del Liceo han cambiado los edificios, los comercios o los coches que por ella pasaban, pero no la animación que provoca la abundancia de viandantes
Muchas cosas han cambiado en la calle Toro y la plaza del Liceo con los años: edificios, comercios, la moda, los coches que por ella pasaban. Todo es diferente, pero hay algo que no ha cambiado, y es el gran ambiente de paseo que perdura como si el tiempo no hubiera pasado.
Durante un largo periodo de tiempo estuvo abierta al tráfico rodado, hasta que en 1973 fue definitivamente suspendido. Hoy día peatonal y totalmente reformada, es una de las más importantes de la ciudad, con gran animación, actividad y grandes centros comerciales.
Esta antigua calle con entrada a la Plaza Mayor, recibió el nombre de calle de los Herreros hasta donde comenzaba la calle Azafranal. Más tarde se denominó calle Toro y en 1891 fue llamada calle del Doctor Riesco, con bastante polémica por ser masón y republicano. Se mantuvo este nombre hasta que en la Guerra Civil el Ayuntamiento decidió ponerle el nombre de calle del Generalísimo Franco, pero no perdió totalmente el nombre de calle Toro, siendo recuperado más tarde oficialmente en 1979.
Fotografía
Paseando por la calle Toro. Foto Bancaya. Años 60. (Salamanca en el ayer)