La hermosa villa amurallada constituye el escenario idóneo para una recreación histórica, que este año coincidirá con el momento mágico del equinoccio de otoño
La muy hermosa villa de Sortelha durante los días 20, 21 y 22 de septiembre se trasladará hasta finales del siglo XIV, cuando el rey portugués Fernando I, -el Hermoso, el Inconstante-, gobernaba un reino con cierta estabilidad, que puso en riesgo al entablar guerras con Castilla, a cuya corona se juzgaba con derecho por ser bisnieto del rey castellano Sancho IV.
El Inconstante, -así llamado por su volubilidad en política exterior-, el Hermoso, -por su sensibilidad estética-, tenía unos gustos refinados acordes con la transformación social y cultural que estaba viviendo Europa y que desembocaría en la Edad Moderna.
Entre el viernes 20 y el domingo 22 de septiembre el bien conservado Pueblo Histórico de Sortelha, con papel decisivo en momentos clave de la historia de Portugal, creará la atmósfera propicia para trasladarnos a esas décadas finales del siglo XIV, cuando el rey Fernando administraba estas tierras.
Con una estética que no podría acompañar más, la amurallada Sortelha vibrará en todos sus rincones: en las tabernas, con el deambular del cortejo por las adoquinadas rúas del burgo, durante los espectáculos nocturnos de fuego, en el campo de batalla de la liza, contemplando el oficio de los artesanos o al son de la música de época en vivo.
Cada año, miles de visitantes recorren durante el evento Muralhas com História las calles y plazas de la fortaleza, atrapados por el encanto hipnótico de sus piedras graníticas, subiendo hasta su castillo, deteniéndose en sus miradores y llegando hasta los callejones más recónditos de este anillo defensivo que es Sortelha, donde el suelo y las propias casas parecen manar de las rocas.
Habrá juegos medievales, animación infantil, cetrería, recreación de la casa medieval y otros espacios, exposición de máquinas de asedio y asalto, de los más aterradores instrumentos de tortura de la época, de oficios medievales y de animales de la granja como los que antiguamente circulaban por el pueblo.
Una buena bifana del porco no espeto que se asa ya en la taberna; tal vez un prego; quizás algo más elaborado como el cabrito al horno, regado con vino de la DOC Beira Interior, serán los manjares que nos aguarden a la mesa. También algunos buenos productos endógenos que llevar para casa, como el Queijo da Serra.
Un recinto amurallado del que saldremos momentáneamente para contemplar la puesta de sol del fin de semana que coincide con el equinoccio de otoño, alargando la mirada hacia la luz reflejada en el valle de la Cova da Beira, y que muere ya tras el muro de la Serra da Estrela.
Rápidamente volveremos a traspasar los muros, por la Puerta Nueva o por la Puerta Falsa, las dos entradas mirando a poniente de esta villa intramuros, que nos reclama con sus muchas tentaciones.
La Historia entre murallas
La cumbre de este promontorio granítico situado a unos 800 metros de altitud es prácticamente inaccesible por el sur, y por todas partes está rodeada de grandes rocas redondeadas. Lugar idóneo para construir un castillo y su fortaleza, que defendiese los territorios reconquistados a los árabes por el sur y protegiese los confines orientales del reino de la siempre feroz Castilla. Con el país dirigiéndose ya hacia los nuevos paradigmas que desembocarían en la era de los descubrimientos, el mundo, tal y como era conocido, estaba a punto de cambiar.
Fernando I de Portugal (1345-1383) inauguró una nueva forma de gobernar, siguiendo el curso de los cambios sociales que se estaban produciendo. Pasó a la historia por proclamar la Ley de las Sesmarias, por la que se ordenaba cultivar hasta la última franja de tierra de los territorios más remotos del reino, como sería en aquel momento, Sortelha.
Los cereales han sido hasta hace bien poco el cultivo tradicional de esta población de altura que, junto con el pastoreo, constituían la economía familiar.
Las veleidades del rey Fernando
Alcanzada por fin la estabilidad, el rey Fernando decide invadir Galicia, autoproclamándose rey en algunas ciudades. Entra así en una guerra con Castilla que se desarrolla en varios tiempos, durante las llamadas "Guerras Fernandinas".
En uno de los tratados de paz entre Portugal y Castilla se acuerda su boda con Leonor de Trastámara, que no llega a celebrarse, por haberse casado previamente el rey en secreto con Leonor Teles de Menezes, rompiendo su compromiso con la infanta castellana.
La intrigante Leonor Teles nunca fue querida por el pueblo, receloso de la influencia que ejercía sobre el rey. A la muerte de éste asumió la regencia, convirtiéndose, al parecer, en la primera reina de Portugal nacida en territorio portugués. Hasta entonces, la política de estrategias matrimoniales entre Castilla y Portugal colocaba a las princesas castellanas en el trono portugués y viceversa.
Uniendo patrimonio arquitectónico, historia, animación y gastronomía, Sortelha posee todos los elementos para conducirnos a los finales de la Edad Media, en un eufórico viaje por estas tierras beirõas de frontera, donde todo podía cambiar de un momento a otro.
La vieja Sortelha mantiene pocos habitantes intramuros, hace décadas que gran parte de su población se asentó extramuros, algo más cerca de las tierras de labor. Sin embargo, ofrece varias casas dedicadas al alojamiento turístico, un par de restaurantes, varios bares, panadería y tienda, un taller de mueble auxiliar rústico, una tienda de antigüedades y dos de artesanía, además de la Oficina de Turismo.
En dirección suroeste, la carretera que desciende desde Sortelha hasta Caria (Belmonte) es una de las más bonitas de la zona. Poco a poco vemos mudar el paisaje y el cerro granítico da paso a las fértiles viñas y huertos de la Cova da Beira. La puesta de sol puede ser molesta para el conductor, pero al caer la tarde su presencia acompaña el descenso por esta carretera cada vez más recta, directa al sol.
Dada la estructura amurallada de Sortelha y como la villa se alza en un berrocal, no es posible aparcar el coche cerca, por eso, el ayuntamiento de Sabugal al que pertenece, pone a disposición durante el evento autobuses gratuitos desde esta localidad, así como desde los dos parques de estacionamiento situados extramuros, que nos acercarán hasta las mismísimas puertas de la villa.
Desde la provincia salmantina se llega a Sortelha cogiendo la carretera N233 en Vilar Formoso en dirección Sabugal. Trece kilómetros al suroeste de esta localidad, se encuentra la Aldea Histórica de Sortelha, una de las doce que llevan ese sobrenombre en Portugal.