Los salones parroquiales acogieron el convite para los feligreses tras la semana repleta de actos litúrgicos
Los salones parroquiales de Guijuelo volvieron a convertirse en punto de encuentro para los fieles de Guijuelo que disfrutaron del tradicional chocolate de Semana Santa. Tras la solemne Vigilia Pascual, es tradición que los parroquianos compartan una chocolatada tras la intensa semana de actividades litúrgicas. Más de un centenar de personas acudieron a los salones de la parroquia para disfrutar del chocolate y unos dulces. De esta manera se cierran los actos de Semana Santa, que han estado marcados por la devoción de los feligreses y por el mal tiempo, ya que la lluvia del pasado Viernes Santo impidió la tradicional procesión con las imágenes de la parroquia, recientemente restauradas y que permanecieron en el templo.