Rodeada de leyendas, se encuentra en la calle Bordadores y fue construida a principios del siglo XVI; en la actualidad es de propiedad privada
Está vivienda de fachada plateresca, tiene un nombre que llama la atención, originando una serie de leyendas por las calaveras en cada una en su fachada.
En una ocasión en que se reformó el edificio, las calaveras se redondearon y se convirtieron en bolas, pero tan tétricas quedaron, que fue motivo suficiente para que la imaginación popular inventar algunas leyendas que corrieron a lo largo de los años.
Unos cuentan que al iniciarse su construcción se encontraron cuatro cadáveres en los cimientos, que bien podrían ser los hermanos Manzano decapitados por doña María la Brava; una segunda leyenda, cuenta que en el sótano de esta casa se dio muerte a la familia de un sacerdote; otra tercera, que el nombre viene por los cráneos labrados en las ventanas.
Esto dio lugar a que permanecieran vacía mucho tiempo y que la gente al pasar ante ella bajara misteriosamente la voz. Pero una leyenda más verosímil es, que se encuentra ubicada en la calle de Las Muertes, actual calle Bordadores.
Actualmente las esferas se han vuelto a esculpir como calaveras (mucho más pequeñas que las originales).
Fue la vivienda familiar de Juan de Álava (conocido como Juan de Ibarra) y construida a principios del siglo XVI hasta 1805, pasando en subasta a propiedad pública como consecuencia de un R. D. que disponía la venta de los bienes de la Iglesia que tenía como donación. En la actualidad es de propiedad privada.
Fotografías