El regidor apunta a las limitaciones que conlleva que el municipio pertenezca al Parque Natural Arribes, de donde no descarta su salida
El alcalde de Pereña de la Ribera, Luis Rodríguez Herrero, se ha dirigido al director General de Medio Ambiente solicitándole una entrevista para exponerle sus quejas ante la "denegación sistemática" de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de Salamanca a las solicitudes presentadas por propietarios de parcelas de reemplazo, finalizada la concentración en esta localidad, para roturar los terrenos y lograr así su aprovechamiento ganadero o agrícola con siembra de forrajes en el primer caso y con plantaciones de nuevo viñedo, almendros, olivos o pistachos en el segundo. A pesar de haber sido remitida esta petición a principios de agosto, aún no ha recibido contestación.
Como narra el regidor en su escrito, "no son pocas las dificultades por no decir imposibilidad absoluta que tienen para realizar los trabajos propios de preparación de las parcelas por la denegación sistemática del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Salamanca de roturar parcelas que contengan matas de especies forestales autóctonas, o para roturar terrenos cuyo cultivo agrícola hubiera sido abandonado por plazo superior a 20 años por tener ahora la condición de monte, ambas circunstancias consecuencia del abandono de los cultivos hace décadas por la emigración y la despoblación que en este momento asola a esta comarca"
Asimismo, denuncia que "se desautoriza roturar, decapar o labrar parcelas que tengan pendientes superiores al 10 % sin tener para nada en cuenta que estamos donde estamos y que desde tiempos inmemoriales en esta tierra cada metro cuadrado ganado para la agricultura se hizo a base de esfuerzo y piedra a piedra con la construcción de bancales que llenan la arribe y llegan al mismo Duero o para cambiar el uso forestal de determinadas parcelas impidiendo la tala de matorral o arbolado que de forma espontánea ha colonizado antiguos cultivos", hechos que para el alcalde contrastan con la "permisividad con la que se actúa con la tala de encinas centenarias para facilitar explotaciones mineras con evidente impacto medioambiental a escasos kilómetros de este municipio".
Sobre los objetivos de la concentración parcelaria, Luis Rodríguez recuerda que esta "va encaminada a la mejora de las explotaciones agrarias, lo que evidentemente es incompatible con la denegación sistemática de roturación de terrenos que se está realizando desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente, pareciendo más bien al contrario, que la concentración parcelaria de Pereña está más al servicio de la defensa de determinadas figuras medioambientales que a la mejora de las explotaciones agroganaderas y de los profesionales del campo que las trabajan".
Por otra parte, asegura que a los propietarios en la asignación de las parcelas de remplazo "en ningún caso se les ha informado que su uso para la realización de actividades agrícolas o ganaderas tuviera ningún tipo de limitación, encontrándose que esta limitación se le imponía precisamente cuando querían iniciar la actividad para la que en principio se había hecho la concentración parcelaria. Sorprendente".
Añade Rodríguez que "siempre hemos considerado que la culminación de la concentración parcelaria y la puesta en valor de zonas de cultivo abandonadas hace años podía suponer no sólo una cierta reactivación económica del sector nuestro pueblo, sino también poner freno a la despoblación que está acabando con gran parte de la Salamanca rural al dar opciones de trabajo en este sector a jóvenes que en caso contrario terminarán finalmente emigrando a zonas urbanas. Es más que evidente que la política medioambiental y las resoluciones que de ella se derivan, en las que priman figuras de protección para todo tipo de flora y fauna tanto autóctona como introducida artificialmente, se está olvidando de las personas que de seguir así no tardaremos en ser especie protegida en esta zona, olvidando por otra parte que nuestro pueblo, nuestro paisaje y nuestro medioambiente son también y sobre todo son consecuencia y fruto del cuidado, esfuerzo y trabajo que nuestros padres, abuelos y ancestros dedicaron a esta tierra".
Salida del Parque Natural
En cuanto a la relación del problema con pertenecer a un espacio protegido, el alcalde es muy explícito y recuerda cómo en su momento la declaración del Parque Natural de Arribes del Duero fue recibida como una oportunidad para el municipio, "al igual que una oportunidad consideramos ahora la concentración parcelaria, pero cada vez son más las voces que consideran que más que una oportunidad, el Parque Natural supone un verdadero obstáculo con limitaciones a cualquier tipo de emprendimiento y, en este sentido, y de no resolverse de forma positiva los problemas y las situaciones que he descrito, nos plantearemos como municipio nuestra salida del Parque Natural de Arribes del Duero aunque geográficamente estemos en el corazón del mismo".