240
Dice Emilio, el camarero, que soy un aguafiestas. Que no sé disfrutar.
Lo comenta mientras vemos un partido de fútbol en la tele, uno en el que jugaba España y toda la parroquia sufría y maldecía a los jugadores, a la Federación y a quien obligó a cambiar al entrenador en el último momento. España no hacía un buen papel, y los parroquianos se lo tomaban como si en ello les fueran los garbanzos.
Comenté que a mí lo que me preocupa es la economía, el desempleo, la precariedad? Y mi monólogo se vio interrumpido al grito de
¡¡¡¡GOOOOOOOOOLLLLLLLLLL!
Se detuvo la realidad. Los problemas se congelaron. Sánchez insiste en que no le da tiempo a derogar la Reforma Laboral, ni a hablar de la financiación de las autonomías, ni?
¡¡¡¡GOOOOOOOOOLLLLLLLLLL!
¡España va bien!
Los miembros de la manada están en la calle.
¡¡¡¡GOOOOOOOOOLLLLLLLLLL!
Siguen llegando pateras y seguimos devolviendo a quien huye de la miseria?
¡¡¡¡GOOOOOOOOOLLLLLLLLLL!
Soy un aguafiestas.
A mí también me han metido un?
¡¡¡¡GOOOOOOOOOLLLLLLLLLL!