Sólo el convento de las Bernardas mantiene el mismo perfil de antaño en esta conocida vía de Salamanca
El paso del tiempo cambia el paisaje de una ciudad y de qué manera. El cruce de Las Bernardas, en el Camino de las Aguas, antaño vía de tierra con establos en los alrededores donde los ganaderos cuidaban y mimaban sus vacas lecheras, sustento de las familias, ha dado paso a la urbanización de la calles, la construcción de grandes bloques, desplazando granjas y establos lejos, muy lejos, o sentenciando su desaparición casi total.
La imagen en blanco y negro muestra el día a día de los ganaderos de esa zona, con sus vacas pastando sin temor a impertinentes molestias.
La fotografía en color es el reflejo del desarrollo de una ciudad, sin rastro de vida rural. Cemento en vez de tierra y pastos, vehículos donde antes pacían las reses. Solo el convento de Las Bernardas se mantiene inalterable al paso del tiempo.
Fotos: Victorino García Calderón