Esta poseía recoge el testimonio de Richard, que durante un tiempo asistió al recurso de Espacio Abierto para personas sin hogar. En ella, expresa las emociones y sensaciones que sintió la primera noche que durmió en la calle. A día de hoy, su situación está mejorando gracias a su propio esfuerzo.
Agradecemos encarecidamente su testimonio ya que nos sirve para sensibilizarnos y acercarnos a esa realidad invisible que viven las personas sin hogar y que en demasiadas ocasiones no somos conscientes.
Tengo un espejo por amigo,
tengo un amigo por espejo.
Me dice que soy el más bello,
me niega que sea el más malo,
de hecho, me ama y le amo.
Le tengo forrado su marco,
para que amortigüe si cae al suelo.
Le tengo en mi cuarto
para mirarme en la noche,
para mirarme en la mañana.
Le cambio al lavabo,
para escuchar sus halagos cuando me aseo.
Ya no tengo novia,
ya no tengo muebles,
solo poseo un espejo por amigo,
un amigo por espejo.
Dicen, las malas lenguas, que no es sincero conmigo,
de profesión adulador.
¡A mí me da igual!
Lo que me digan, me da igual.
Si estoy triste me alegra el día,
Si estoy alegre me lo hace eterno.
RICHARD