Gran impulso a la producciones de cebo de campo y a la recuperación del cebo, que había llegado a su mínimo histórico hace cuatro años
Balance positivo el del sector del ibérico al cumplirse casi cuatro años de la aplicación de la norma de calidad del ibérico con más de 15,7 millones de piezas comercializadas, superando en más de 1,5 millones el máximo de la serie histórica del año anterior por al recuperación del consumo a partir de 2015.
La norma ha favorecido el crecimiento de la cabaña de cerdos ibérico con casi 3,1 millones de animales en 2016, (la mayor cifra de la serie histórica), y la recuperación de los animales 100% ibéricos. Además, se ha dado un gran impulso a la producción de "cebo de campo" y se ha recuperado la producción de cebo, que había llegado casi a su mínimo histórico en 2013, ha indicado el director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz.
Según Burgaz, la norma ha dado respuesta a las peticiones de reforma por parte del sector ganadero e industrial del ibérico, así como de los grupos parlamentarios y de las administraciones públicas de las zonas de cría de ganado porcino ibérico y de elaboración de sus productos. Desde el principio, la Norma ha intentado reflejar todas las realidades productivas del sector del ibérico, pero siempre con una apuesta firme por la calidad, la transparencia y la correcta información al consumidor.
Asimismo, la norma ha venido a corregir ciertos desajustes que se habían producido en el sector productor en años anteriores a su aprobación. También ha contribuido a subsanar las dificultades detectadas en relación con la aceptación y conocimiento de los productos por los consumidores, ante una excesiva variedad de menciones en el etiquetado que podían inducirles a confusión.
De esta forma, con su aplicación, se ha mejorado la información ofrecida al consumidor con la incorporación de precintos de distinto color para cada denominación de venta, así como la obligatoriedad de indicar el tanto por ciento de pureza genética de la raza ibérica del animal de procedencia de las piezas.
Además, se han detallado mejor las condiciones de manejo de los animales, para establecer su designación por tipo de alimentación (bellota, cebo de campo o cebo) y se han definido las denominaciones de venta de los productos. Y se han actualizado las condiciones mínimas de elaboración, para obtener un producto final con una calidad óptima.