Señalan que la eficacia de la medida para promover una alimentación más saludable no está demostrada
El sector remolachero azucarero, integrado por AGFAE, Azucarera, Acor, Asaja, COAG, UPA y la Confederación Nacional de Cultivadores de Remolacha, se opone a la subida de impuestos a las bebidas azucaradas anunciada por el Gobierno, ya que entienden que "se trata de una medida cuya eficacia no está demostrada para racionalizar el consumo, promover una alimentación más saludable y prevenir la obesidad".
El sector reafirma su compromiso con la salud de los consumidores a través de un debate informado sobre las políticas de salud pública en torno al azúcar y señala que lo importante es centrarse en el total de las calorías consumidas. Asimismo, defiende la necesidad de insistir en un consumo moderado y responsable y defiende al azúcar como un alimento que puede formar parte de una dieta variada y equilibrada en el marco de un estilo de vida saludable.
El sector insiste en la relevancia de las medidas educativas y el traslado de información veraz, basada en el consenso científico a los consumidores como herramientas fundamentales para prevenir problemas de salud derivados de la alimentación. En este sentido, destaca que la obesidad es un problema complejo y multifactorial que consiste en un desequilibrio entre ingesta y gasto energético y cuya solución no puede centrarse en un único ingrediente.
Las actividades que integran el sector remolachero-azucarero y su cadena de valor ?agrícolas, industriales y de distribución al consumidor? son un elemento clave en la dinamización económica y la generación de empleo, así como en el mantenimiento de la actividad productiva y del empleo en el mundo rural. El final del sistema de cuotas de producción europeas previsto para 2017 sitúa al sector en un momento crucial, por lo que todos los agentes sectoriales, especialmente los agricultores remolacheros, son extremadamente sensibles a iniciativas como esta que penalizan la imagen de su producto.
Duras críticas de UPA-COAG
La Alianza UPA-COAG califica como una aberración que el Gobierno finalmente apruebe un gravamen sobre los productos con alto contenido en azúcar puesto que eso representaría un daño irreparable para el sector remolachero-azucarero.
Nuestra organización considera que en unos momentos como los actuales en los que el cultivo está a punto de sufrir una transformación absoluta con la desaparición de las cuotas de azúcar a partir de septiembre del 2017, una noticia de este tipo puede suponer gravísimas consecuencias para Castilla y León, que produce el 80 % del azúcar nacional.
Si los propios responsables políticos del Gobierno justifican esta decisión basándose en argumentos de salud pública el problema debería afrontarse desde el Ejecutivo central con actuaciones que favorezcan los hábitos saludables mediante medidas pedagógicas, educativas y sociales, y no dentro del ámbito de los impuestos.
La Alianza UPA-COAG se atreve a apuntar que si se hace oficial este impuesto amargo y por lo tanto una nueva amenaza impositiva el sector remolachero-azucarero en Castilla y León estaría tocado de muerte. Consideramos que desaparecerían miles de agricultores puesto que se pondría en duda no solo las ayudas públicas que perciben actualmente productores e industrias azucareras sino la rentabilidad de un cultivo en Castilla y León que no olvidemos es puntero en toda Europa a nivel de rendimientos.
Las consecuencias también serían trágicas para los miles de empleos directos e indirectos que actualmente se generan en torno a esta actividad industrial en Castilla y León, lo que conllevaría una destrucción muy importante de tejido social y económico en nuestra comunidad autónoma.