Ver galería


SOCIEDAD
Actualizado 25/02/2016
David Rodríguez

CIUDAD RODRIGO | Un año más, los más demandados fueron los de tortilla, de los que se habían preparado cerca de 800 unidades

Ciudad Rodrigo vivió en la jornada del jueves una nueva edición de la clásica Operación Bocata que promueve cada año la Delegación Diocesana de Manos Unidas. Un año más, la Operación volvió a ser un torrente de solidaridad, en esta ocasión con el objetivo de colaborar con Ruanda, donde se construirán y equiparán tres nuevas aulas en una escuela primaria del país con todo lo que se recaude a lo largo del año 2016 en la Diócesis. 

Apenas había amanecido (eran poco más de las 8 de la mañana) cuando comenzaron a trabajar la veintena de voluntarios -todos ellos mujeres excepto dos hombres- que se encargan de la preparación de la Operación, con las antiguas dependencias de la Guardería Mi Otra Casa (propiedad del Obispado) como centro de operaciones.

Hasta allí se fueron llevando los diversos productos necesarios para preparar los bocadillos, donados por entidades, empresas y particulares de toda la ciudad. En palabras de la delegada diocesana de Manos Unidas, Ana Isabel Lucas, "casi todos los bares colaboran con dinero o productos".

Como es habitual, se prepararon bocadillos de tortilla, chorizo, salchichón, lomo, queso, sardinas y jamón york y queso. En total, se elaboraron más de 1.300 unidades, siendo mayoría los de tortilla (cerca de 800) ya que siempre son los más demandados. El ritmo de preparación fue bastante bueno, y cerca de la 1 ya se había preparado la práctica totalidad de los bocadillos.

Media hora después, comenzó el reparto de los bocadillos, con una novedad: este año era obligatorio entregar un ticket (que valían 2,5?) a la hora de recoger el bocata. Así, todos aquellos que no lo hubieran comprado previamente en parroquias o centros educativos, debían adquirirlo en un punto determinado, antes de proceder a coger el bocata (en años anteriores, los que no tenían ticket lo compraban directamente). Junto al bocata, se entregaba una botella de agua.

El reparto tuvo las clásicas 'oleadas'. Así, desde minutos antes de la hora prevista para iniciar la venta, ya había unas cuantas personas esperando. Posteriormente, a partir de las 14.00 horas llegó el aluvión de los alumnos de los colegios (muchos de ellos acudieron en familia), mientras que a partir de las 14.20 horas fue turno para los de los institutos. Además, hubo unos últimos jóvenes rezagados, que llegaron cerca de las 15.30 horas, ya que están realizando un programa de inglés y tienen una hora extra en los institutos.

Además de esas oleadas concretas, por la Plazuela se fueron pasando las integrantes de Amanecer, los alumnos del Seminario, los usuarios de Asprodes, los trabajadores del Palacio Episcopal, o la práctica totalidad de la Corporación Municipal, incluido el alcalde Juan Tomás Muñoz, que pagó el precio de un ticket aunque sin comerse el bocadillo ya que tenía que regresar al Ayuntamiento.

De los que sí compraron bocadillo, la mayoría lo comió en la Plazuela (se pudo ver a algunas personas que se lo bajaron a casa), en una jornada principalmente nublada y un poco fría, aunque en la Plazuela se estaba agusto. Por último, para ahorrarles subir hasta la ciudad, durante la tarde se repartirán algunos bocadillos en el Centro de Mayores de El Puente.

La Campaña contra el Hambre de Manos Unidas continuará el próximo domingo: lo que se recaude en la colecta de las misas en las parroquias de la Diócesis irá a parar a la Campaña. Por último, el jueves 3 de marzo, el Centro Cultural y Recreativo El Porvenir acogerá la Cena del Hambre, que contará con la participación de Roberto Martínez Medina, trabajador en los servicios centrales de Manos Unidas en las áreas de educación y cursos on-line. 

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Sociedad
  3. >Nuevo éxito de la Operación Bocata con más de 1.300 bocadillos repartidos