CIUDAD RODRIGO | El Seminario Diocesano y la Catedral de Santa María fueron escenario de esta celebración alternativa a Halloween
El auge en los últimos años de la celebración de Halloween en la víspera del Día de Todos los Santos llevó a que alrededor de hace tres lustros se impulsara por parte de entidades de la Iglesia Católica un evento alternativo para exaltar la santidad cristiana. Ese evento se bautizó como Holywins, cuya traducción literal al castellano sería 'la Santidad vence', con el objetivo de realizar una "fiesta del Cielo", porque "Cristo está vivo y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal junto con la Virgen María y todos los ángeles y santos".
Por primera vez, la celebración de Holywins ha llegado en este 2015 a la Diócesis de Ciudad Rodrigo, de la mano de las Parroquias de San Cristóbal y El Salvador, que organizaron una sesión de actividades en la mañana del viernes aprovechando que no era día lectivo por la celebración del Día del Docente.
Eso hizo que la actividad tuviera una amplísima asistencia de niños mirobrigenses, de todas las edades. Concretamente, participaron en Holywins unos 150 niños, que estuvieron supervisados por un grupo de unos 50 monitores, entre los que también había alumnos de la ESO.
Entre esos monitores estuvieron varios sacerdotes, que fueron ataviados con sus casullas. Asimismo, también se vistieron de monjes o monjas algunos otros de los monitores responsables de la actividad. De hecho, uno de los rasgos de identidad de las celebraciones de Holywins que se vienen realizando en los últimos años es que los participantes se disfracen de santos o de monjes.
El espacio principal de la celebración de Holywins fue el Seminario Diocesano, a donde se acercaron los niños y jóvenes en torno a las 9.00 horas. Tras la bienvenida conjunta en el patio, hubo una oración en la Capilla del Seminario, que dio paso a una serie de talleres: llaveros y pinturas, marcapáginas, cocina, photocall y catequesis, por los que fueron pasando los chavales en grupos, que recibieron nombres de santos.
Según fueron concluyendo, salieron al patio, para jugar de forma libre durante un rato y tomar un pequeño tentempié. Tras realizar una gran foto de familia de todos los participantes, los chavales se distribuyeron de nuevo por grupos, para desarrollar una gymkana, que tuvo como escenario la Catedral de Santa María, por cuyos espacios los chavales tuvieron que buscar distintos elementos.