Al mirador provinciano le llegan noticias de que están expulsando a Platón de las aulas. A Platón y a todo el que cometa la osadía de pensar. La palabra filosofía no me gusta desde hace años. Porque la han arrastrado por los suelos, por los campos de fútbol y hasta la han echado a los contenedores de la basura. Cualquiera tiene hoy su filosofía, desde el "mister", que tiene sus tácticas y estrategias de juego y los periodistas deportivos (que se saben de memoria todo lo que leen en internet de cada uno de los jugadores y del mister) dicen que de acuerdo a su filosofía, los futbolistas darán las patadas hacia adelante, hacia atrás, o hacia el tobillo del contrario, ya que repiten ahora los locutores que así hacen o no "hacen daño" al equipo contrario. Y en cuanto a los contenedores está claro que los concejales del ramo pueden tener su "filosofía acerca de la recogida de basuras", que ya lo afirmó y sostuvo un concejal de ayuntamiento hace unos años. Y la alcaldesa de Madrid, la abuela Carmena (no es ningún desdoro, sino todo los contrario, ser abuela y tener nietos, como yo los tengo) y sus secuaces tienen su propia filosofía sobre la recogida de basuras, que consiste en que la recojan los universitarios; ya que no estudien filosofía, que la practiquen recogiendo la basura del campus, o de toda la ciudad, que, según dicen los entendidos, falta le hace una buena limpieza, que ya huele y no a ámbar. Bueno, pues yo que fui (soy jubilado) profesor de filosofía expliqué el pensamiento de Paltón y de los demás filósofos antiguos y modernos y me gusta el buen fútbol, ahora no me atrevo a decir que fui filósofo. Prefiero pensar sobre todo lo que está ocurriendo sin decírselo a nadie.