"Ni se esconcen. ¡Ya ni se esconden! RENFE ha anunciado que studia bajar el sueldo de los trabajadores para crear nuevos puestos de trabajo con el beneficio resultante. Los mileuristas pasarán a ser novecientoeuristas y los grandes directivos seguirán siendo ricos, muy ricos. ¡Vergonzoso!"
Quien así hablaba, en el bar der Emilio, es un jubilado ferroviario. Sin duda, de los que estábamos allí, el hombre que mejor conoce cómo funciona el ferrocarril, el trabajo de sus operarios, los sueldos.
La noticia, recogida en la prensa, reflejaba a la perfección lo que está ocurriendo en España. Las grandes empresas, bloquean o bajan los sueldos de los trabajadores. Con lo que se ahorran, contratan a más gente, pero con sueldos de risa. Empleos muchas veces subvencionados, con lo que el negocio es redondo del todo.
El gobierno, feliz porque cada mes sale en los medios anunciando que disminuye el paro (nunca nos dicen que de su mano bajan los sueldos), feliz porque sus amigos (ellos mismos en cuanto abandonen la política) son más ricos.
Nosotros, pobres mortales tontos, nos creemos su estafa y les votamos.
Triste panorama.
Triste ciudadanía la nuestra.