Llevo días, muchos días, dándole vueltas a como enfrentar mi primer texto en esta plataforma multimedia, Salamanca RTV. Escribía una línea y sopesaba sus posibles consecuencias sobre cómo se entendería (si alguien lo lee !!!)
Y ahora, debe de ser por las horas, me da igual.
Quizás, porque me levanté escuchando un programa de radio y humor, donde hacían preguntas de cultura general alumnos de bachiller y sólo dijeron barbaridades (al menos las emitidas) y por un momento me sentí alentador de incultos con los valores perdidos y la realidad desenfocada. Personas que se han o las hemos convencido que la cultura y la educación no son importantes.
Después de este desayuno agrio, ojeo una y otra vez nuestra próxima ley de educación y también me da igual.
No, no es que "pase" de nuestra regulación educativa sino que lo importante está en las aulas, en como enfocamos, nosotros, los docentes, la educación; en cómo motivamos a nuestros alumnos, por el feed back con ellos; en definitiva en cómo hagan su retorno.
Es necesario recuperar en el aula, y en la vida, valores como el esfuerzo. Sentir que conseguir una meta tiene unos sacrificios y una forma de proceder en esa vida.
La falta de esfuerzo hace que nuestros alumnos y nosotros nos acomodemos. No es que no trabajemos sino que no le ponemos y ponen intensidad. Si establecemos un símil de atletismo, ahora que está de moda, haremos muchos kilómetros pero sin velocidad? ¡Llegaremos los últimos!
Podría e incluso debería de seguir poniendo sobre este teclado palabras como orden, disciplina, liderazgo, autonomía, sin las cuales yo no entiendo la posibilidad de evolucionar ni académica ni personalmente y de una necesidad imperiosa en el aula.
Sí que sería importante con una ley u otra que se recuperara todo aquello que la lógica educativa nos demuestra que es necesario para hacer evolucionar a nuestros alumnos. Es necesario no poner colores y sí centrarnos en lo único interesante: el alumno.