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"Ser voluntarias de Cruz Roja y ayudar a la gente es una satisfacción. Sentir su cariño es inexplicable"
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JORNADAS DEL VOLUNTARIADO

"Ser voluntarias de Cruz Roja y ayudar a la gente es una satisfacción. Sentir su cariño es inexplicable"

Actualizado 04/12/2022 00:46
Redacción

Anamari, Encarna y Esperanza son tres de las voluntarias más veteranas de la Asamblea en Peñaranda, coincidiendo en la urgencia de más apoyos voluntarios para poder sacar adelante todos los programas sociales que mantiene el colectivo

Se llaman Ana María Sáez, Encarna Díaz y Esperanza Martin. Tres mujeres con vidas distintas pero unidas por algo que parece difícil de explicar pero que hoy, tras años desarrollándolo, es algo más que un entretenimiento: el voluntariado social y desinteresado en Cruz Roja.

Anamari, como la conoce la inmensa mayoría de los vecinos de su Peñaranda natal y casi en toda España, lleva 20 años ejerciendo su comprometido voluntariado, algo que vive con la misma pasión Esperanza, con 19 años de trayectoria, mientras que Encarna ya suma 8 dentro del colectivo.

Preguntar a las tres como surgió esta iniciativa de ser voluntarias es casi llegar a la misma respuesta, ya que Anamari afirma que “cuando dejé de trabajar empecé a darle vueltas, algo quería hacer. Mi madre tenia activo el servicio de Teleasistencia, por lo que empecé a pensar y me hice voluntaria. A los dos años me hicieron responsable de captación de fondos y además soy Vicepresidenta de la Asamblea comarcal (a pesar de que me echan la bronca por no decirlo jaja)”. En el caso de Encarna llego su vocación de una manera parecida ya que, tal y como explica, “tenía una amiga que cayo enferma y la ofrecí mi ayuda…así surgió mi voluntariado y no puedo estar más feliz”, mientras que Esperanza asegura que “me animo mucho el anterior presidente local, Nico, quien tiraba de mi para hacerme voluntaria. Y sinceramente, no me puede gustar mas esto, el ayudar y conocer a la gente”.

Hoy en día, las tres destinan su dedicación y su tiempo junto a la gente mayor, ofreciéndoles apoyo, escucha, acompañamiento y entretenimiento…”primero nos tomamos el café y luego ya lo que toque. Muchas veces lo hacemos en conjunto y llevan bizcochos, magdalenas…y siempre nos dicen lo mucho bueno que los supone el acompañamiento, que lleguemos a sus casas o al punto de encuentro y que no estén solos”.

“Al principio íbamos por las casas a visitar a la gente mayor y nos contaban situaciones que nos daban mucha pena…cuando los hijos no se preocupaban, el sentir la soledad pura y dura…hemos visto a gente que vivía en una autentica soledad, estaban deseando que llegáramos para poder estar un rato en compañía y poder hablar. Esos momentos nos los hemos llevado a casa y son inolvidables” aseguran.

Anamari explica que “recuerdo que, en unas de las campañas de venta de lotería, que nos encontramos con una señora que tenia los pies metidos en agua…unos intentando secarla y ella queriendo hablar…al final se levanto y se vino con nosotros…yo no se cuanta lotería pudimos vender gracias a aquella mujer. Son momentos inolvidables”.

Hoy, el voluntariado de Cruz Roja pende de un delgado hilo, ya que cada vez es menos la gente que se dedica a esta emocional labor. “A día de hoy no podemos visitar a la gente en sus casas porque vivimos la pandemia, pero seguimos estando en contacto con todas las personas, bien a través del teléfono o intentando coincidir por la calle con ellas. Esperamos de verdad que pueda volver la plena normalidad y nos permitan volver a las visitas, son verdaderamente importantes, que no lo dude nadie” explican.

“Cuando llegamos a casa solo podemos sentir satisfacción, cariño…que la gente que nos necesita sienta que estamos ahí es algo tan importante que no podemos sentir más que alegría por ello” aseguran.

Para las tres, el voluntariado de Cruz Roja supone “algo vital. Sin voluntarios no hay Cruz Roja. Hoy somos más de 90 en Peñaranda y actuamos de manera continua la mitad. Nos gustaría que la gente se mentalizara de que esto es muy necesario, que la captación de fondos es vital para poder sacar adelante los diferentes proyectos que sacamos adelante. Necesitamos ayuda y apoyo” y añaden que “Peñaranda cuenta con más de 1.000 socios, nos conocen en toda España. Creo que es una localidad ejemplo de la solidaridad, siendo los primeros a nivel nacional durante muchos años consecutivos. Pero es necesario que la gente se pare a pensar en las necesidades de mucha gente y nos eche una mano como sea”.

El voluntariado es mucha felicidad. Piensas en irte, pero no puedes…sacrificamos nuestra vida personal, el estar con los hijos o los nietos por estar aquí…mientras podamos, aunque fuera por teléfono, trataremos de seguir estando” afirman emocionadas.