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Vuelve la Transmorucha en una edición mas especial que nunca y un llamativo itinerario entre Aldeadávila y Peñaranda
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PEÑARANDA

Vuelve la Transmorucha en una edición mas especial que nunca y un llamativo itinerario entre Aldeadávila y Peñaranda

Actualizado 01/06/2022 09:09
Redacción

Los participantes han partido este martes de la ciudad para preparar la prueba que finalizará el domingo de nuevo en la ciudad

Vuelve la Transmorucha. Este es el gran titular que protagonizará el primer fin de semana de junio, algo que año tras año, desde 2002, viene siendo un ritual que repite un grupo de amantes de las dos ruedas y los pedales, integrantes del Club Salandar, quienes equipan sus bicicletas de montaña con transportín, alforjas y demás aperos para echarse al monte y poner de nuevo en marcha este ya clásico circuito.

Este año socios y amigos del Club han partido este martes 31 de mayo, dos días antes que en las habituales rutas Transmoruchas, con el itinerario marcado con inicio en Aldeadavila de Rivera, pasando por localidades como La Alberca, Malpartida o Alaraz, entre otras muchas, y con final en Peñaranda.

La edición de este año, tras el freno de los últimos años debido a la pandemia, es aún mas grande, desarrollándose durante cuatro dias, entre el 2 y el 5 de junio, con una previsión que, tal y como explican los integrantes de la ruta “si todo va como debiera, el jueves, aproximadamente a las 14.45 horas, daremos la salida desde la plaza de Aldeadávila de la Ribera. Llegaremos, si todo sale según lo previsto, sobre las 17.30-18.30 horas del domingo a la plaza de España de Peñaranda”, recorriendo unos 300 kilómetros, que acumulan más de 4.000 metros de desnivel.

Un evento deportivo personal y personalizado, que tiene como principal filosofía el ser “un proyecto consolidado que no ha sido, ni será nunca, multitudinario. No es una carrera (no es una contrarreloj ante el cuentakilómetros u otros compañeros), no hay inscripción, se marcha en grupo, los horarios son aproximados, la participación es libre, voluntaria y cada uno es responsable de sí mismo y de sus actos… La gente que ha participado hasta ahora ha sido por referencias de un amigo que le contó de qué iba este invento deportivo-social-aventurero de la Transmorucha, así es y seguirá siendo esta cita”.

Para los que estén dispuestos a participar en ella, la propuesta, tal y como detallan, “es muy sencilla: prepara meticulosamente y a conciencia tu bici todo terreno (aquí no te va a servir una bicicleta de paseo, ni de carretera, ni una urbana, ni una 'gravel'), cárgala con lo que creas que necesitas y seas capaz de transportar, olvídate de las prisas y carreras con cronómetro y prepárate para disfrutar del campo y de la compañía de unos cuantos amigos. Eso sí, es necesario que tengas varios centenares de kilómetros en tus piernas, técnica y pericia para pedalear con garantía por este tipo de caminos-subidas-bajadas (la Transmorucha no se desarrolla por ningún carril bici y es durilla), que tengas a algún familiar o amigo 'engañado' por si te tiene que ir a buscar a algún punto del recorrido (todos los años, por una u otra causa, alguien abandona), que estés federado o tengas un seguro que te cubra este tipo de actividad, las espaldas (y el cuerpo entero...), que los ríos nos servirán para un mínimo aseo, que tu cuerpo sepa que va a dormir en el suelo (vivaqueamos sobre una humilde y fina esterilla, acurrucados en un saco de dormir) y muchas ganas para disfrutar del paisaje y la compañía”.