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Historia de Harlequín (parte I)
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Historia de Harlequín (parte I)

Actualizado 07/12/2021
Isaura Díaz Figueiredo

Historia de Harlequín (parte I) | Imagen 1 Santa Compaña (Harlequín)

La figura de Harlequin aparece desde la Edad Media, relacionando su origen con el paso, fascinante y estremecedor a la vez sobre el proceso, entre dos mundos. Es uno de los personajes de la "cacería salvaje". Aquella en la que un grupo espectral y desaforado de cazadores sombríos persiguen la pieza, incansable y eternamente.

En una de las crónicas clásicas, Orderico Vitalis, monje de St. Evreul-en- Couche

Siglo XI, se describe: "Muchos vieron y oyeron un gran número de jinetes cazando. Eran negros, grandes y espeluznantes y montaban en caballos negros y negros ciervos, y sus perros eran negros, con ojos como platos y horribles. Esto fue visto en el parque cercano a la ciudad de Peterborough, y en los bosques que se extienden por la misma ciudad de Stamford, y por la noche los monjes les oyeron sonando y soplando sus cuernos de caza".

En "Los demonios del mediodía" de Roger Caillois nos recordaba cómo "Según Mapes, la compañía del rey Herlething es vista a mediodía en los primeros años del reinado de Enrique II (de Inglaterra) entre Gales y Hereford. Esta familia Herelethingi era una furiosa tropa de jinetes acompañada de carruajes, perros, halcones, etc., que no respondía a ninguna pregunta y que se desvanecía en el aire cuando la buscaban para retenerla por las armas".

La "cacería salvaje", originaria de la mitología del norte europeo y presente en diversas tradiciones, recibe diferentes nombres. En Normandía es la chasse Annequin. En la Isla de Francia la chasse Saint Hubert. En Quebec la chasse-galerie. Al norte del Danubio la caza de Odin. En Inglaterra es el rey Herla (Hellequin) el que dirige la hueste. En Dinamarca, el rey Valdemar Atterdag. El germano Wuodan o el céltico Arawn. El Comte Arnau en Cataluña o el abate Martín, los perros del Eitzari-Beltza en las vascongadas. Según Manuel Alvar, en la tradición de la Castilla medieval, "La mesnada era conducida por Herlequin, conde de Bolonia, muerto el año 882 con sus tropas, en un encuentro contra los normandos".

Un relato de Diego Hurtado de Mendoza, recogido en Las guerras de Granada, nos habla sobre la "estantigua", versión castellana de la cacería:

" Y ven los moradores encontrarse por el aire escuadrones; óyense voces como de personas que acometen; estantiguas llama el vulgo español a semejantes apariciones o fantasmas que el vaho de la tierra cuando el sol sale o se pone forma en el aire bajo, como se ven en el alto las nubes formadas de varias figuras y semejanzas".

Hellequin, un emisario del otro mundo, vestido de negro y con una cohorte de figuras similares, en la tradición medieval francesa, recorre los campos de noche a la cacería de las desventuradas almas que en su camino tienen el infortunio de encontrarlas. (Un remedo de esta travesía nocturna se recoge en las tradiciones en torno a la Santa Compaña en Galicia, o la leyenda del mal Comte en Cataluña).

El rey britano Herla, acude al banquete de bodas del dwerf Oberón, monarca élfico, después de haber asistido éste al suyo. Después de los tres días (recuerden en el cristianismo el significado del Tercer Día) la ceremonia en el reino de Oberón el rey Herla y sus acompañantes regresan. No encuentran el camino de vuelta. Vagan por lugares que no reconocen, retornando siempre al paraje anterior. Preguntado un pastor por la reina, éste humilde cabrero responde: "Apenas puedo entender lo que habláis, porque yo soy sajón y tú britano". Luego les refiere la leyenda sobre el mítico rey Herla. Per -dice- es muy antigua y los sajones gobiernan la isla hace más de dos siglos.

Condenados a vagar eternamente, el rey nunca encuentra el angosto camino de regreso y su peregrinar prosigue para siempre (eternidad) . La hueste del rey había sido advertida de no descender de las cabalgaduras en tanto no lo hiciera un lebrel blanco (mitología) regalo del rey enano. Según esta versión transcurren tres siglos hasta que los caballeros pueden bajar de los caballos "y aquellos que lo hicieron antes quedaron inmediatamente convertidos en polvo". (Polvo eres y en polvo te convertirás)

En el País Vasco, cuando se oía el viento nocturno los aldeanos exclamaban: "¡Los perros del abad!" y se acogían al fuego. En Suecia la cacería de Odín es escuchada, pero nunca vista. Solo resuenan los ladridos de dos perros , los truenos y algunos gemidos.

Al norte del Rhin los campesinos oyen entre fuerte tormenta nocturna, los cuernos de caza de la hueste del conde del Rhin. Éste, prosigue su cacería, después de haber hecho sonar las trompas una mañana de domingo, a fin de omitir el tañer de las campanas que llamaban a oración. En Polonia, Diana es identificada con Dzewana, la cual, armada para ir de caza a mediodía, recorre con sus perros el bosque". Nadie debe encontrarse con ella o su cortejo venatorio. Anuncia muerte.

"Los árabes identifican - el viento aullador con la muerte".

El latino Varrón : "Cuando el mundus está abierto puede decirse que está abierta la puerta de las tristes divinidades infernales". En el latino el axis mundi es el "punto de unión del cielo, la tierra y el infierno". La cultura romana de las Lemuria recoge la tradición griega de las Anthesterias, período de doce días a mediados de febrero "durante el que el más allá está abierto". Recuerden el refrán sobre el mes más corto y más mortífero del año.

"Durante todo el día la ciudad (Atenas) está bajo el dominio de Dionisos y su cohorte infernal. Salvo el del Pantano (al dios Delfos) los templos están cerrados, no protegen la ciudad. Más bien se protegen ellos mismos, cercados por un cordón de las fuerzas subterráneas. Dónde se derrama agua en abundancia para que las almas sedientas beban; o trepen por el hilo acuífero, para salir a la superficie; de esta forma se rinde culto a la madre Tierra".

En las Bodas de Cadmo y Harmonía, Roberto Calasso, recuerda: "Dionisio llegaba a Atenas, para las Antesterias, junto con las almas de los difunto y con ellas desaparecía. Se reunían campesinos, esclavos y braceros de los grandes propietarios. Bailaban y esperaban la fiesta. El santuario se abría a la puesta de sol, sólo un día en todo el año. ¡Ojo! era un día contaminado. En las puertas de las casas, la negrura de la pez recordaba los espíritus que vagaban y, al final, serán expulsados". Éxodo del Egipto, marca de sangre en las jambas ante el paso del Ángel Exterminador (Éxodo, 12:23)

Siglos más tarde, la Francia medieval recupere la leyenda del Ellequine: Un grupo de muertos conducidos por un gigante tuerto, recorre la tierra durante el período de Doce Días (Navidad- Primero de Año). Se interpreta como la tempestad y la incertidumbre. El calendario cristiano, hace referencia en la noche de San Silvestre. Santo y abogado contra las brujas y mal de ojo.

En el antiguo calendario celta la noche de Samhain, el 31 de octubre, designa el tránsito al año nuevo, y el comienzo de la "estación oscura". La celebración del Samhain tiene lugar durante la luna llena de octubre. En esta noche las interdicciones entre los dos mundos son clausuradas, por breve tiempo pueden volver a unirse y comunicarse.

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