Comienza la marcha de las trinitarias de Villoruela y el cierre definitivo de su monasterio, con cinco siglos de historia

El Monasterio de Santa María la Alta de Villoruela comienza a quedarse vacío con el comienzo de la salida de las primeras monjas Trinitarias, que han habitado este emblemático convento con más de cinco siglos de vida.

El adiós a este histórico lugar es una realidad desde este mismo lunes, cuando la última religiosa de la localidad, la hermana Esperanza, de 89 años de edad, ha salido de sus muros para poner rumbo a un nuevo destino de la congregación trinitaria en El Toboso (Toledo), lugar al que parte junto a otra de las hermanas, quien la acompañara en este nuevo emplazamiento lejos de casa.

Las tres religiosas que aún se encuentra en el Monasterio de Villoruea también comienzan a preparar su salida, algo que realizarán tras la celebración de una última misa, poniendo punto y final así al histórico paso d

e esta congregación por la localidad, algo que está suponiendo una gran tristeza para todos los vecinos del municipio.

Esta marcha se ha visto forzada por el mal estado que presenta el edificio, muy afectado por el paso del tiempo, algo que se hace especialmente destacado en la cubierta, cuyo estado se ha visto agravado en los últimos años. Una situación extrema, que no ha contado con el apoyo de la congregación ni la diócesis, llegando incluso a ser cedido de manera gratuita al Ayuntamiento, algo inviable para el Consistorio debido a la importante inversión que requiere su arreglo.

Una situación que ha generado el adiós de las Trinitarias y con ellas la llegada de punto y final definitivo a más de 500 años de vida del Monasterio, lo que le supone ser el más antiguo de la congregación y uno de los patrimonios de mayor valor histórico en toda la zona.