Béjar rendirá homenaje este jueves a su escultor más internacional

Nacido en Béjar el 21 de septiembre de 1884, Mateo Hernández, hijo de un cantero, se convirtió en uno de los escultores de mayor prestigio durante el principio del siglo XX. Su forma de trabajar sobre el material usando la técnica de la talla directa, realizándose directamente sobre el bloque de materia, unido al gran detalle y realismo que alcanzó en sus obras, siguen fascinando hoy en día. El escultor bejarano, que llegó a ser reconocido en todo el mundo por su trabajo, especialmente en Francia, donde falleció en Meudon, el 25 de noviembre de 1949.

Por ese motivo, este próximo jueves, 25, se conmemora el aniversario de su fallecimiento con diferentes actividades que tienen como objetivo que su memoria permanezca viva. El jueves se realizará el acto mas institucional con la ofrenda floral, tendrá lugar en el cementerio de San Miguel de Béjar a las 12:30.

Durante estos días se podrá ver en el museo una exposición de material documental recientemente cedido al museo por David Hernández Sánchez. Se trata de recortes de prensa y revistas relacionadas con el escultor entre las que destaca una publicación francesa en 'Le Soir Ilustré' del 24 de enero de 1947, con fotografías inéditas, y 5 vitolas de puros conmemorativas del centenario de su nacimiento (1884-1984).

Los pequeños de la ciudad serán protagonistas el sábado en el Taller de mosaicos infantil, que servirá para dar a conocer de manera creativa una de las actividades más desconocidas de Mateo Hernández, la realización de mosaicos. Esta ideado para niños de 6 a 10 años y es de carácter gratuito. Para inscribirse es necesario hacerlo a través de la aplicación de mensajería WhatsApp, en el numero 654 47 54 86 o bien en el museo en el horario habitual de apertura.

Finaliza este homenaje al celebre artista bejarano con unas jornadas de puertas abiertas en el Museo Mateo Hernández desde el jueves 25 hasta el domingo 28.

Sobre el museo municipal de escultura Mateo Hernández de Béjar

Ubicado en la que fuera iglesia de San Gil, acoge el núcleo esencial del legado que el artista dejó al estado español poco antes de morir. Son 51 piezas en total que representan la escultura animalística, con la que alcanzó fama mundial, los retratos y figuras humanas entre las que cabe destacar 'La Bañista'. Todas estas obras fueron realizadas en talla directa, sobre piedras de gran dureza, y además de en el Museo Mateo Hernández de Béjar se conservan obras del célebre escultor por todo el mundo.