Curiosidades del Cementerio de Salamanca

El Cementerio de Salamanca tiene una gran historia dentro de sus muros. Y es que en él no solo hay tumbas, panteones o nichos, hay historia. Pequeñas historias que tienen algo en común: la muerte.

Memorial de los fusilados en la guerra. Una zona del cementerio está dedicada a todas las personas que fallecieron durante la Guerra Civil Española, un gran muro en el que están tallados, uno a uno, los nombres de los caídos. Sin embargo, a lo largo de todo el cementerio, podemos encontrarnos con ciertos guiños a la historia de España, ya que junto al nombre del difunto está escrito la causa de su muerte, y en ocasiones, en qué batalla perdió la vida.

Niños y bebés. Hay varias partes del cementerio donde únicamente están enterrados bebés o niños recién nacidos (posiblemente algunos sin bautizar). No está escrito su nombre, solamente un número para que su familia los identifique . Una zona de cementerio está compuesta por nichos donde sí aparecen los nombres de los pequeños fallecidos, epitafios donde llaman la atención las palabras "subió al cielo", " se da por hecho que no le ha dado tiempo a pecar y que suben al cielo", señala Juan Francisco Blanco.

Órdenes religiosas. Otra zona a destacar son los panteones de las órdenes religiosas. "Desde el momento en el que se prohíbe enterrar en los conventos se hacen los panteones'', explica Juan Francisco.

Tumbas en círculo mirando al crucero. Llama la atención una serie de tumbas colocadas en círculo "mirando" hacía un crucero.