Domund 2021

DOMUND fue una palabra acuñada hace casi cien años, en 1926, por el primer director nacional de las Obras Misionales Pontificias, al iniciar la jornada misionera mundial. La palabra DOMUND, que une las iniciales de las dos palabras: DOMingo MUNDial de las Misiones, fue un magnífico invento publicitario, y hoy todo el mundo entiende lo que se quiere significar con esa palabra inventada, todos saben que esa expresión hace referencia a las misiones y a los misioneros, y designa una jornada que llama a la oración, a la entrega personal y a la cooperación económica para las obras misioneras de la Iglesia.

Yo me subí al carro de la jornada misionera a mitad de camino, hace ya 65 años. Con ella conocí a magníficos misioneros, que acudían a nuestros seminarios o centros de estudios, y nos daban a conocer la razón de ser de sus vocaciones a la misión, sus dificultades y sus éxitos, y nos invitaban a seguirles por el camino de su misma vocación, que a ellos los hacía tan felices, y suponían que por ese mismo camino íbamos a encontrar la felicidad de la entrega de nuestras vidas, mediante el amor con que llevaríamos la educación, la salud, la superación del hambre y, sobre todo, el admirable regalo del conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo.

No fuimos muchos los que tomamos el camino por ellos señalado, a pesar de que el Concilio Vaticano II y el mismo Papa Juan XXIII nos convocaban abiertamente para participar en esa tarea misionera de la Iglesia.

Pero florecieron las vocaciones de sacerdotes, religiosos, y hasta de laicos célibes o familias enteras, que comprendieron el valor de la hermosa tarea y la urgencia de la entrega para hacer llegar la buena noticia de la salvación por Cristo hasta los últimos rincones de la tierra.

Los misioneros hoy día son muy conocidos y apreciados, por supuesto por los bautizados y seguidores del camino cristiano, pero también por muchos que, sin creer en Dios, admiran la obra de solidaridad y la eficacia de la cooperación de los hombres entregados a las misiones cristianas y al amor solidario con todos los que están atrapados por llamativas necesidades y esperan la apertura, la cercanía y la entrega de los países más afortunados.

La Iglesia católica celebra la jornada del DOMUND para recordar y comprometer a todos los que tengan alguna posibilidad de cooperación espiritual, humana y económica, con la intención de que no sea un solo día de recuerdo, sino que se siga colaborando a lo largo de todo el año, para contribuir al desarrollo humano y espiritual de los hombres hermanos de cualquier parte de la tierra.

En Salamanca, tenemos la suerte de poder contar todavía con la colaboración directa de cerca de 200 misioneros, la mayor parte de ellos en América, pero todavía un número notable en África y Asia. En España podemos presumir todavía de ser el país del mundo que más misioneros ofrece a la obra de las misiones, ni más ni menos que en torno a las once mil personas consagradas a esta meritoria obra. Somos el país que más misioneros aporta a la obra evangelizadora de la Iglesia fuera del propio país.

En cuanto a la aportación económica a la obra misionera, más de 1.100 territorios de misión, somos el segundo país que más aporta con su generosidad, después únicamente de los Estados Unidos.

Cada año el DOMUND propone un tema y un lema que anime a sentirse implicados en la obra misionera y que, generalmente está inspirado por un específico mensaje, en nuestro caso, del Papa Francisco. Este año el lema ha sido: "Cuenta lo que has visto y oído", invitando a los que han descubierto y experimentado la realidad de la obra misionera, a que la cuenten a los cristianos y gente de buena voluntad, para que se acerquen a la realidad misionera, y comprendan que merece la pena implicarse en ella.

Para promover la jornada, se organizan actos diversos que llamen especialmente la atención y que puedan llevar consigo la máxima difusión y la cercanía a los posibles colaboradores. En nuestro tiempo se organizaban cabalgatas, desfiles, rifas, mesas petitorias, con la llamativa presencia de las huchas de cabezas de "negritos" y "chinitos", como decíamos entonces.

Este año ha sido llamativo y acertadísimo el Pregón del DOMUND, que ha pronunciado el chef de Máster Chef Pepe Rodríguez Rey en la Catedral de Toledo. Fue un comunicado rico en forma y contenido, pronunciado con gran sentimiento y muestra de admiración por el trabajo de nuestros misioneros.

Salamanca ha sido siempre una diócesis generosa, también económicamente, aportando una abultada colecta y hasta abundantes y llamativos testamentos en favor de la obra misionera. El pasado año 2020, a pesar de los efectos perniciosos de la pandemia, Salamanca aportó para el DOMUND 115.665,54 euros, haciendo en concreto el cuarto lugar entre las diócesis de Castilla y León, sólo superada por Valladolid, Burgos y León. Esperamos superar este año las aportaciones, supuesta la vuelta a la normalidad que parece permitirnos ya la realidad nefasta hasta ahora del covid-19.