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Apuntando ya el Centenario Teresiano de 2022
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Apuntando ya el Centenario Teresiano de 2022

Actualizado 17/10/2021
Manuel Diego Sánchez

Los signos o recuerdos de la canonización teresiana que guarda celosa Alba de Tormes

Desde hace varios años, sucesivamente se nos viene hablando de preparar la nueva ocasión del 2022-2023, que ya está encima, como una cita especial en la que Teresa vuelve a entrar de nuevo en nuestras vidas, y especialmente lo es así para la vida cotidiana de la villa de Alba de Tormes. La Orden de los Carmelitas, después de haber celebrado su último capítulo general en septiembre pasado, ha tomado una de sus primeras decisiones a través del nuevo gobierno general recordando precisamente que éste es un objetivo del nuevo mandato de la Orden, y así lo pone el primero, "la celebración de los aniversarios de nuestros santos, entre los que destacan el cuarto centenario de la canonización de santa Teresa de Jesús (2022)". Tomamos buena nota de estos propósitos a los que, seguro, adherirá sucesivamente toda la iglesia de España y, muy especialmente, las diócesis de Salamanca y Ávila.

Efemérides que ahora se acumulan

Siendo precisos, hay que reconocer que son varias las efemérides que, sin buscarlo, se juntan en esta ocasión, y de modo particular en Salamanca y Alba. Es decir, tendremos que recordar casi a la misma vez todos estos acontecimientos: el IV centenario de la canonización de santa Teresa en Roma (12-3-1622/2022) que ya se celebró en forma bien solemne en el pasado siglo (1922); será también el I centenario de la concesión del título de doctor "honoris causa" que concedió a santa Teresa la Universidad salmantina (6/8-10-1922/2022); y en Alba también el I Centenario de la Jornada o visita real (8-10-1922/2022), en la cual los monarcas españoles, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, impusieron las insignias doctorales, es decir, el birrete y la pluma a la imagen procesional de santa Teresa; y para remate de todo, el 15 de octubre del 2023 la fiesta de santa Teresa cae en domingo ese año, una ocasión que permite (tomarán buena nota de ello los obispados de Ávila y Salamanca, y la familia carmelitana) solicitar al Vaticano la concesión de la gracia de un año jubilar, al modo del jubileo de Santiago y, por eso, esta sería la segunda ocasión en que tal circunstancia se repite. Ya vemos la cantidad de motivos teresianos que nos vienen encima y por los que podemos afirmar que de nuevo Teresa de Jesús visita Alba de Tormes en un modo extraordinario que no se puede desaprovechar. Son muchas cosas a recordar, pero siempre en torno a ella. Lo religioso, cultural y turístico se juntan armónicamente en Santa Teresa y habrá que trabajar al unísono y desde el mutuo acuerdo, puesto que nuestra Santa es una figura que trasciende los límites de España, y llega a todo el mundo a través de su obra escrita. Es una ventaja el poder contar con este Gigante de la historia, de la literatura y de la Mística que viene a coincidir en esta mujer.

Signos o recuerdos albenses que apoyan este nuevo paso teresiano

Naturalmente que lo más importante es la figura de esta mujer que muere en Alba de Tormes (4-10-1582) y aquí está todavía hoy su monasterio carmelita fundado en 1570 y, sobre todo, su sepulcro y reliquias. Pero no sólo eso. De manera excepcional contamos con algunos signos o recuerdos que demuestran cómo aquella fecha del 1622 y del centenario de 1922, tuvieron enorme incidencia en este lugar, pero que todavía los conserva y puede mostrarlos como testimonio de su continua devoción teresiana, ininterrumpida, desde aquella noche del octubre de 1582 en que pasó desde aquí al alba de la eternidad. Voy enumerando en orden sucesivo y cronológico estos recuerdos.

En Alba de Tormes tenemos:

- La Bula de la canonización en una de sus mejores copias en pergamino, expedida por el papa Gregorio XV, sólo para ella, el mismo día de la canonización (12-3-1622). Actualmente se enseña en el Museo carmelitano de reliquias, en vitrina, junto a la celda de la muerte.

Apuntando ya el Centenario Teresiano de 2022 | Imagen 1- El estandarte teresiano de la canonización, pintado en seda, obra artística italiana, que se paseó y exhibió por la basílica vaticana en aquella jornada memorable de la canonización e igualmente en las fiestas romanas. El entonces V duque de Alba, Antonio Álvarez de Toledo y Beaumont (1568-1639), que era virrey de Nápoles por el 1622, asistió a la ceremonia vaticana y costeó este estandarte en honor de la nueva Santa, patrona de Alba de Tormes desde el 1614; pero quiso con él demostrar también las glorias de la familia ducal, tan unida a santa Teresa, como lo señala la presencia de los escudos de las diversas ramas de los Álvarez de Toledo. Podemos presumir que fue el mismo duque quien lo mandó traer a la villa de Alba de Tormes y colocarlo en la iglesia del sepulcro donde, hasta mediados del siglo XX, colgaba del techo de la bóveda gótica de la iglesia del sepulcro (de ahí su deterioro); finalmente ha sido restaurado y lo podemos contemplar en el museo CARMUS del sepulcro. En el mismo museo hay un relicario en plata, clarísimamente italiano (siciliano), luego transformado en custodia eucarística, que es donación del mismo duque al sepulcro teresiano en Alba de Tormes por esta misma fecha de la canonización. Y hasta existe la llamada Casulla del Duque, es decir, esa vestidura típica sacerdotal para la Misa, que aquí está compuesta con la misma tela del calzón o traje de gala del duque usado en el día de la ceremonia romana de la canonización. También se puede contemplar esta pieza litúrgica histórica en el museo de reliquias adyacente a la celda de la muerte de la Santa.

- El cuadro romano de la canonización (exacto al que cuelga todavía en la sacristía de la iglesia jesuítica romana, Il Gesù), del que no sabemos la autoría, pero sí podemos decir que se hace por encargo de la Orden carmelitana (como era habitual en toda canonización), la cual más tarde mandaría depositarlo en el convento femenino de Alba de Tormes. Restaurado recientemente, aparece ahora en todo su colorido y detallismo de escena, reflejando el momento solemne de la declaración papal. Sería para nosotros, hoy a 4 siglos de distancia, como la fotografía oficial del acontecimiento. Ahora se puede contemplar colgado en la escalera ducal del CARMUS, y ya participó en la famosa exposición de LAS EDADES DEL HOMBRE (2015).

Todo esto son recuerdos del ya lejano año 1622. Pero la lista sigue:

- El pergamino original miniado a todo color (hay otro exacto en la capilla vieja de la Universidad salmantina) del título de doctor "honoris causa", firmado por el rey Alfonso XIII, su primer ministro Sánchez Guerra y el entonces rector de la Universidad salmantina, Luís Maldonado (8-10-1922). Con el valor añadido de estar enmarcado dentro de un cuadro elaborado con ébano, marfil y bronce, que fue regalo del entonces obispo salmantino Julián de Diego Alcolea. Siempre estuvo colgado este título en la pared del presbiterio de la iglesia del sepulcro, ahora se exhibe en el museo CARMUS del sepulcro.

- El birrete doctoral colocado en las sienes de la imagen procesional teresiana de Alba por la mismísima reina de España, Victoria Eugenia (8-10-1922) en un memorable acto académico, celebrado dentro del espacio de la basílica teresiana albense en construcción. Este birrete salmantino, desde entonces guardado en Alba, es obra del famoso orfebre Félix Granda (1868-1954) que lo elaboró conjuntando de forma armónica todas las joyas que proporcionaron para esta pieza tantas damas y mujeres de España en aquel momento. Es el mismo birrete que luce la imagen de santa Teresa cada 15 de octubre y que de ordinario se puede contemplar expuesto en la sala de orfebrería del museo CARMUS del sepulcro.

Apuntando ya el Centenario Teresiano de 2022 | Imagen 2

- La pluma de escribir en oro que lleva la imagen procesional teresiana de Alba, ésta regalo del mismo rey Alfonso XIII, el cual la colocó en su mano derecha, también con motivo del doctorado "honoris causa" salmantino, en aquella misma jornada albense (8-10-1922). Además de inmortalizarse con la fotografía el momento preciso de la actuación real, las crónicas registran que, después de colocarle la pluma, con la mayor naturalidad y espontaneidad y fuera de todo protocolo, el monarca besó la mano de la imagen, detalle que provocó un largo aplauso de aprobación por parte de los asistentes. Cuánta tinta hizo correr este sencillo gesto real en las crónicas del acto aparecidas en los periódicos de los días siguientes?; hasta inspiró a un poeta salmantino para transformar en verso los detalles del suceso regio (algún día la daremos a conocer). Conviene recordar, junto a esto, que el matrimonio real también estampó su firma en el Libro de visitantes ilustres del convento cuando visitaron la clausura carmelita. De ordinario la pluma real se exhibe en la sala de orfebrería del CARMUS del sepulcro.

Apuntando ya el Centenario Teresiano de 2022 | Imagen 3

- Tenemos el llamado "Cáliz eucarístico de Milán", una obra de orfebrería italiana en estilo barroco, que trajo y regaló una peregrinación italiana milanesa en febrero de 1923, promovida por los carmelitas de la famosa basílica del "Corpus Domini" de Milán. En la base están sentadas las figuras d elos 4 santos del Carmelo. Todavía se sigue usando en la misa de las grandes fiestas dentro de la iglesia del sepulcro teresiano, pero de ordinario se puede contemplar en la sala de orfebrería del CARMUS del sepulcro.

- Y para terminar, algo muy emotivo y que conocemos y usamos todos los albenses desde que lo memorizamos siendo ya niños. Me refiero al Himno nacional teresiano, que es el recuerdo musical que nos ha quedado del pasado centenario 1922, y que todavía seguimos cantando en Alba de Tormes: "Gloria a ti, Serafín el Carmelo". Este conocido himno teresiano es el resultado de la convocatoria de un concurso nacional. La letra se debe al que luego fuera canónigo salmantino, Aniceto de Castro Albarrán (1896-1981), y que en algunas ocasiones predicó el novenario teresiano de Alba (1925, 1965); mientras que la música, entre las varias que se presentaron de varios compositores, es la del maestro Ignacio Busca de Sagastizábal (1868-1950) que ganó dicho certamen; no se olvide que es el mismo autor musical del himno eucarístico "De rodillas, Señor, ante el Sagrario", que también todos conocemos y seguimos cantando.

Recordar para crecer: unos signos y fechas que nos lanzan hacia el futuro

Puede ser que me olvide de algún otro motivo o detalle, pero haciendo el repaso por mi memoria y con aquellos recuerdos que me vienen al sólo mencionar estas fechas teresianas, me parece que, sobre todo, son éstos ocho recordatorios enumerados; seguro que se podrá añadir alguno más, y ojalá salgan fuera más detalles de estas efemérides. De todos modos, está bien saber que nuestro patrimonio teresiano en Alba de Tormes, y el que llega hasta nuestros días, nace desde la misma muerte y glorificación de esta mujer (1582, 1614, 1622, 1882, 1914, 1922, 1962, 1970, 1982, 2015, 2017?). Viene de muy antiguo. Es como un tesoro histórico, espiritual y cultural que ha marcado la historia moderna de esta villa, es decir, desde finales del siglo XVI hasta hoy.

Lo dicho es más que suficiente para continuar esa trayectoria heredada de saber vivirlo, conservarlo y promoverlo, no menos de incrementarlo.

Ahora nos viene a la mano otra ocasión excepcional de poder recordarla en casa, lo primero que nos incumbe, pero no menos de salir también hacia afuera, conscientes de que los caminos de Teresa en el mundo siempre pasan por Alba de Tormes. Ojalá que no desaprovechemos la nueva cita teresiana del 2022/2023.