La Fuente de San Esteban homenajea a su torero Juan José

La fuente de San Esteban ha sido siempre cuna de toreros, es el corazón del Campo Charro donde sería difícil entender la vida sin el toro y todo lo que gira a su alrededor.

Unas figuras nacen y otras se van, como tocó el pasado 15 de julio de 2020, cuando el matador Juan José Sánchez falleció por una grave enfermedad.

Por este motivo el Ayuntamiento santeño organizó un acto de homenaje en el que asistieron varias personalidades relacionadas con el mundo taurino, como José Ignacio Sánchez, actual director de la escuela de tauromaquia de Salamanca, José Ramón Martín, Juan del Álamo o Alejandro Marcos, todos ellos con relación al homenajeado que no quisieron perderse este acto entrañable para ellos.

Numeroso público se fue concentrando sobre las 10 de la noche en la nueva plazoleta o zona ajardinada junto a la Virgen del Paseo de la estación, que partir de ahora llevará el nombre del torero desaparecido. Se ha apostado un monolito de piedra con una fotografía grabada en mármol del diestro vestido de luces saludando al público en una de sus gloriosas tardes.

La hija del torero, Nadia García Martín y el alcalde de la localidad Manuel Rufino, tras unas palabras de reconocimiento a la labor taurina y como hijo del pueblo, descubrieron el monumento bajo una gran ovación por parte del público allí presente.

Seguidamente, el párroco de la localidad Anselmo Matilla, rezó un responso por su alma al que siguieron todos los allí presentes. Una de las concejalas del consistorio hizo entrega de un ramo de flores a la descendiente del torero que depositó junto al primer edil a los pies del monumento al diestro local.

Seguidamente, en la Plaza Mayor dio lugar a un coloquio sobre la vida de Juan José, moderado por la periodista local Angélica Corral, al que estaban invitados el director de la escuela de tauromaquia José Ignacio Sánchez, el diestro natural de La Fuente Alejandro Marcos, alumno de Juan José, quien fue su apoderado además de compartir lazos familiares. También estuvieron el ganadero de bravo José Luis Valrrubia, Flores Blázquez el que fue matador de toros, profesor de la escuela taurina y amigo del homenajeado.

Juan José, era como se anunciaba en los carteles a finales de los años 60 y primeros de los 70 del pasado siglo, uno de los más serios aspirantes a sumarse al trío de ases más relevantes que ha dado la torería salmantina, integrado por El Viti, Niño de la Capea y Julio Robles.

Pero un accidente de tráfico en el que perdió la visión del ojo izquierdo frenó la que era hasta ese momento una ascendente trayectoria en los ruedos, siempre basada en un concepto de toreo típicamente castellano, simple, puro y clásico.

Juan José García Corral nació el 22 de junio de 1952 en la localidad salmantina de La Fuente de San Esteban, epicentro del llamado Campo Charro, allí donde se concentran buen número de ganaderías y donde han surgido y vivido no pocos profesionales de la tauromaquia.

Compañero del ya también desaparecido Julio Robles, debutó como becerrista con solo 15 años y solo unos meses después, el 14 de enero de 1968, toreó su primer festejo con picadores en Ondara (Alicante), apoderado por el prestigioso taurino toledano Manolo Lozano.

Ese mismo año Juan José protagonizó el asombroso caso de pasar en apenas unos meses de becerrista a matador de toros. Después de medio centenar de novilladas, tomó la alternativa. El 11 de agosto de ese mismo año, en Manzanares (Ciudad Real), tomó la alternativa de manos de Andrés Hernando y con el testimonio de Gabriel de la Casa.

El nuevo matador salmantino apenas había cumplido entonces los 16 años de edad, en el que fue uno de los títulos más precoces de la historia del toreo, superado solamente muchos años después por el de "El Juli", que la recibió con 15 años y once meses en la plaza francesa de Nimes.

Juan José pudo sumar más de cuarenta corridas de toros entre España y Francia, que le sirvieron para llegar rodado a su confirmación de alternativa en Las Ventas un 17 de mayo de 1969 de manos Santiago Martín "El Viti" y con su amigo Paquirri como testigo.

Pasaron pocos días para que el torero charro saliera a hombros de la plaza de Madrid, realzando así una carrera que solo tuvo como atolladero su desigualdad en la suerte suprema y que se vio definitivamente frenada en 1971 cuando sufrió un accidente de circulación a la altura de Aranda de Duero (Burgos), cuando volvía de torear en Pamplona.

A consecuencia del siniestro de circulación, el salmantino perdió la visión del ojo izquierdo, reapareciendo solo cuarenta días después en la plaza riojana de Haro.

Poco a poco fue perdiendo presencia, que no vigencia, en los carteles, ya que se mantuvo en activo toreando pocas corridas, pero dejando siempre detalles de su calidad, sobre todo en las corridas de la feria de Salamanca, donde siguió triunfando.

Un 14 de mayo de 1989 anunció su retirada de los ruedos, precisamente en la inauguración de la plaza de toros de La Fuente de San Esteban.

Juan José siempre fue torero, desde que toreaba los toros que iban al del matadero con sacos de jovencito en el pueblo, o desde que los ganaderos le dejaban ir a los tentaderos. Nunca se desvinculó del mundo taurino, se dedicó exclusivamente a su nueva faceta de director de la Escuela Taurina de Salamanca, donde ayudó a que surgiera un buen número de nuevos valores de esa cantera de toreros en Salamanca.