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Que viene el moro
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Que viene el moro

Actualizado 21/05/2021
Juan Robles

El problema de las fronteras de Marruecos con Europa (Ceuta) es un problema comunitario

Que viene el moro | Imagen 1Hace una semana hablábamos del inicio de un nuevo momento en las complicadas relaciones entre israelíes y palestinos, y comenzamos el pertinente comentario, sin saber todavía hasta dónde iban a llegar los sucesos bélicos en los que actualmente se encuentran complicados estos dos estados residentes en las tierras palestinas.

Desde entonces los palestinos han lanzado sobre Israel unos 3.000 misiles, causando 10 muertos, entre ellos dos niños y un sodado. En respuesta, Israel ha iniciado constantes bombardeos sobre Gaza, derrumbando grandes edificios, entre ellos uno de doce pisos, sede de la agencia de noticias estadounidense Associated Press y de la cadena de televisión catarí Al Jazeera. Bombardearon avisando previamente que iban a hacerlo para instar a los habitantes a abandonar el edificio. En Gaza han muerto por los bombardeos israelíes 197 palestinos, entre civiles y milicianos, de los que al menos 58 son menores de edad, y 34 mujeres.

Estados Unidos ha justificado los hechos con el pretexto de que Israel tiene derecho a la propia defensa. El Papa ha pedido que recemos para que termine cuanto antes esta guerra. Joe Biden está ahora al habla con Netanyahu intimándolo a que cese inmediatamente los bombardeos y los actos violentos. El Consejo de Seguridad de la ONU está estudiando hacer un pronunciamiento condenando la intervención de Israel en esta guerra. Pero hasta ahora se han opuesto los Estados Unidos. Europa, Egipto, Qatar y otros países están tratando de conseguir un alto el fuego.

Israel ha comentado estar dispuesto incluso a invadir la franja de Gaza, para conseguir que cese el lanzamiento de misiles por parte de los palestinos. Éstos, a través del movimiento islamista Hamás, parecen no estar conformes con conseguir un alto el fuego; prefieren acabar con el estado de Israel.

Los asuntos están bien complicados, especialmente por la actitud de los musulmanes, que pueden encontrar colaboradores en otros musulmanes de países cercanos, o incluso lejanos. En el Líbano, algún grupo terrorista ha intervenido ya lanzando misiles desde aquel país, aunque las autoridades del Líbano parecen haber controlado a los que lanzaban estos misiles.

Y a estos episodios en el Oriente Medio se unen ahora los complicadísimos de la invasión de Ceuta por parte de más de ocho mil, oficialmente, o quizá diez mil inmigrantes, muchos de ellos menores, e incluso niños. Más de cuatro mil han sido ya devueltos a Marruecos en virtud del acuerdo de 1992 que preveía la devolución de los inmigrantes marroquíes. Más complicado es el tratamiento, tanto de los menores y niños, que no pueden ser expulsados, como de los miles de subsaharianos.

Invasiones parecidas se habían vivido ya en Tenerife, Islas Canarias, que vistos a distancia dan la impresión de haber sido un ensayo para lo que ahora ha ocurrido en Ceuta. Y en parte también en Melilla.

El episodio parece haber sido una provocación de Marruecos, en parte por haber acogido España al directivo del Frente Polisario en un hospital de la Rioja, con la idea de ofrecerle una acción humanitaria al encontrarse enfermo, según la explicación de nuestro gobierno. Se mezcla entonces el feo conflicto saharaui, ya que Marruecos quiere que se reconozca la soberanía de este país sobre el territorio del Sahara. Reconocimiento que ya han hecho los Estados Unidos, con cuyo apoyo cuenta Marruecos. Y se sabe que este país está bien armado, con el beneplácito de los norteamericanos.

Hay que tener en cuenta, además, la aspiración de Marruecos a anexionarse Ceuta y Melilla. E incluso Canarias.

La situación inestable de Marruecos puede complicarse más, o incluso al revés, complicar e implicar a todos los países del norte de África, desde Marruecos a Egipto o Sudán del Sur.

Que el episodio de Ceuta ha sido un tanto artificial y organizado desde Marruecos lo muestra el hecho de que muchos de los complicados, jóvenes o niños, quieren volverse, y de hecho se están volviendo voluntariamente a Marruecos, con sus familias. Explican que en Ceuta han pasado mucho frío, y no ven que se puedan encontrar medios de subsistencia.

España ha respondido a la provocación marroquí con un viaje del presidente del gobierno a Ceuta. Y al mismo tiempo se ha enviado un buen número de policía y aun un número notable de militares.

Al mismo tiempo, hay movimientos diplomáticos que intentan un entendimiento con Marruecos para que se oponga a la entrada de inmigrantes en Ceuta y Melilla. Parece que incluso ofreciendo a Marruecos, y países originarios de la emigración, la cantidad de 30 millones de euros.

La pobreza y la enorme desigualdad es muy notable en Marruecos, y esto crea una dificultad interna del país alauita, y provoca la tentación de trasladar al exterior las dificultades internas.

Es una pena que en un problema tan grave de política internacional, nuestros partidos políticos, gobierno y oposición, no sean capaces de ponerse de acuerdo. Mientras es ejemplar la postura de la Comunidad Europea, que proclama abiertamente que el problema de las fronteras de Marruecos con Europa es un problema comunitario, y Europa ha manifestado estar dispuesta a implicarse en la defensa de dichas fronteras.

Los obispos de las diócesis de Cádiz-Ceuta y de Málaga-Melilla, así como la Conferencia Episcopal Española, se han interesado y pronunciado sobre este problema de la inmigración en Ceuta y Melilla, indicando que no es lícito usar a las personas y menos a los niños para cualquier tipo de interés injustificado.

Aunque los moros sean propiamente sólo los procedentes de Mauritania, en España se han considerado y tratado generalmente como moros todos los habitantes del norte de África, y a veces incluso, aunque impropiamente, a todos los musulmanes. Ya no solemos hablar de los moros, ni casi conocemos la expresión, salvo los que tenemos ya una determinada edad, que aún recordamos a la guardia mora del general Franco. Ojalá que no tengamos que hablar más en adelante de nuestros queridos vecinos los moros.

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