Rubén Blázquez y Gardel, puerta grande en Peñaranda

Tiempo muy caluroso, muy buena entrada. más de media plaza, ha tenido lugar esta novillada sin caballos resultado de lo que fue el certamen taurino de esta localidad celebrado en el mes de abril.

Se han lidiado novillos de Sánchez Herrero, bravos y encastados, con muchas teclas que tocar que a los bisoños novilleros de están tarde, les ha pasado factura, sin embargo en muchas facetas de la lidia no se han dejado amilanar y salieron airosos cada cual en sus formas y maneras de interpretar el toreo.

Abrió plaza Alejandro Gardel del que teníamos las mejores impresiones de este curso taurino, novillero de escuela madrileña del que esperábamos mejor sintonía de la que hoy nos ha presentado, fácil con el capote, en su primero faena de buen tono queriendo siempre y con sutileza y buenos remates, pero falto de dominio, de recursos de profundidad dubitativo y sin terminar de acoplarse a una embestida que hay que decir pedía firmeza de planta toque y mano baja, lo consiguió a duras penas , mato de entera delantera y cobro una oreja.

En su segundo Gardel se lució a la verónica sin apreturas monto una faena más reunida falta de empaque y argumentos esenciales del exquisito toreo que se le supone, mas entregado pero falto de conexión manejo la muleta por ambos pitones con criterio pero con esa falta de autenticidad y firmeza. Mato de entera atravesada y caída y se llevó un excesivo premio de dos orejas.

Le siguió en la terna Rubén Blázquez, torero de este pueblo, que salió nervioso y atacado portagayola y voltereta sin consecuencias, lanceo entre dudas faena de buen criterio pero con esa falta de confianza y resolución por momentos conecto con el tendido, luego al matar no termino de acoplarse y precipitado dio varios pinchazos, y escucho palmas. En su segundo algo más confiado lo lanceo sin apreturas, con ilusión y a afición desmedidas Blázquez logro encontrarse a sí mismo corrió bien la mano con cierto decoro paso al novillo por ambos pitones, manejo más suavemente los engaños tuvo disposición y solvento siempre con falta de sosiego y dominio, una situación de desencuentro con sus partidarios mato de buena estocada y cobro las orejas de su oponente.

El tercero en discordia era otro novel novillero de Madrid que presento venas maneras, que se vio un tanto desconcertado ante un novillo que había que primero lidiar con autoridad, con el capote sin apreturas y en la muleta faena con muchas pausas que denotaban inseguridad pases de exquisito trazo y faena que se debatió entre lo clásico y el atropello, pero tuvo realce su faena con mucho ánimo y entrega, lo de matar es ? el cuento de nunca acabar- la historia de no hacer la suerte, y caer en la debacle.

En su segundo se sintió más cómodo mejor tono novilleril acentuó más y mejor el manejo de los engaños y cosecho pases de muy buena factura por ambos lados gano enteros pero en las formas de unos y otros falto el sosiego sobran las prisas y con ello el pensar razonar y decidir, mato sin convención y confianza y se fue su actuación entre palmas. Triunfo Gardel si, el más toreado de la terna, pero lo cierto es que se esperaba mucho más de este joven madrileño, donde los novillos encastados de Sánchez Herrero, tienen que hacerle reflexionar, a él y a los que le aconsejan.

FICHA DEL FESTEJO

Novillos de Sánchez Herrero bravos y encastados con buena presencia. Más de media plaza.

Alejandro Gardel, oreja y dos orejas.

Rubén Blázquez, silencio y dos orejas.

Ángel Téllez, silencio y ovación.

Fotografías: Raúl Blazquéz - Fermín González / Cultoro