Los jueves no hay milagro en un jardín de 'Los Praos'

Un camión lleva destrozando el jardín anexo al edificio que ocupa el C.E.P en el barrio de Los Praos desde que el propietario, comerciante que viene a vender sus frutas y hortalizas los jueves al mercadillo, decidió que ese era el mejor sitio para asentar sus reales?ruedas. La pregunta que se hacen quienes transitan los días señalados por el vecindario es ¿Por qué los responsables de mantener en orden los parques y jardines permiten esto? o ¿Por qué los responsables de que los vehículos estacionen en los lugares habilitados al efecto permiten eso? o ¿ Por qué?? Y así las preguntas surgen Ad Infinitum.

La falta de sensibilidad por el mobiliario urbano es un problema de todas las ciudades de mediano y gran tamaño, se destrozan papeleras, bancos,? protegidos por la oscuridad o siendo oportunamente disimulados, los denominados popularmente como gamberros hacen de las suyas. Normalmente se trata de impúberes con las hormonas más revolucionadas que los políticos, de los llamados partidos tradicionales, viendo un mitin del melenudo Pablo Iglesias.

Pero el caso de este camión supera lo surrealista, jueves tras jueves aparca sus reales ruedas sobre el indefenso césped, sin que nadie con autoridad, ni si quiera le llame la atención. Y el camión no lo conduce un alocado adolescente, o eso suponemos. Creemos que será un honrado padre de familia, trabajador como pocos que se gana las habichuelas dejándose los lomos en la aventura, pero poco sensible con el espacio que viven y disfrutan los que jueves tras jueves permiten que el comerciante llene sus depósitos, el del camión y el suyo.

Habrá que explicarle que ese césped es de sus ocasionales convecinos, de los que venidos de otros puntos de la ciudad pasean por el barrio y los jueves compran en su puesto y quizá, solo quizá, también un poco suyo.