Tan temido como desconocido, el ébola acapara la atención mediática y de las autoridades sanitarias de los países de Europa y América
El ébola es un virus cuyo descubrimiento se remonta a hace unos 40 años, siendo su origen todavía incierto. Algunas investigaciones indican que el ébola proviene de unos monos o de unos murciélagos, con una tasa de mortalidad que puede llegar a superar el 90% de los casos. Suya expansión es muy rápida, por el aire o por el contacto con infectados. En estos momentos no existe vacuna fiable para acabar con el ébola.
El tratamiento que se está aplicando a los enfermos no es de cura, sino de retención y de apoyo, por lo que, en la mayoría de los casos, los únicos medicamentos que se administran son antiflamatorios, junto al máximo descanso posible. Este brote de la enfermedad está siendo el más mortifero desde que se conoce la enfermedad, allá por los años 70 en Zaire, lo que actualmente se conoce por el Congo.
Aunque las autoridades sanitarias insisten en que el virus no ha salido del territorio africano, en los últimos días no han faltado noticias como la un médico estadounidense que, tras contagiarse, fue trasladado en un avión fletado por las autoridades norteamericanas para su tratamiento en suelo estadounidense. Actualmente se encuentra en un hospital de Atlanta.
En España todavía no se ha dado ningún caso positivo -la única sospecha, descartada por a los pocos días, fue la de un ciudadano de origen guineano que acudió a urgencias-, si bien el Gobierno, tal y como ha informado, sí ha tomado las medidas oportundas de prevención en puntos conflictivos, como el aeropuerto de Barajas o las fronteras de Ceuta y Melilla. El Gobierno central ha puesto en marcha un plan preventivo contra el ébola, incluyendo entre las medidas el evitar viajar en estos momentos a estos paises.